La De Los Ojos Cafés (El De Los Ojos Verdes 2)

TREINTA

—Pasa —me dijo Kate.

Abrí la puerta lentamente. Vi a Kate sentada en un borde de un cama. Se veía que había estado llorando.

—Kate, ¿que pasa? —le pregunté.

Kate se tapó la cara y comenzó a llorar otra vez.

—Katy...—le dije y después la abracé. —oye, vine a decirte algo —le dije casi al oído —pero si estás muy triste, no importa te las diré después.

Ella suspiró.

—No, está bien. Dímelo. —me dijo limpiándose las lágrimas —¿es lo mismo de hace un rato?

—Eh, si lo es.

Esta vez me tocó a mí suspirar.

—Katy. —Le dije sentándome en frente de ella y tomándola de las manos. — quería decirte esto hace tanto tiempo, pero ahora, que por fin estoy a punto de decírtelo me es difícil.

Kate me miraba fijamente con sus hermosos ojos cafés.

—Y ahora no hay marcha atrás, no trataré de cambiar el tema, ni voy a inventar otra cosa para no tener que decirte la verdad. Esta es la verdad. —Suspire — Katy, desde el momento en que te vi, supe que eras diferente. Tu eres una chica que siempre te escucha, te alienta, y siempre buscas lo mejor para los demás antes de lo mejor para ti. Eres hermosa. Siempre que veo tus lindos ojos cafés se me ilumina el día. Tu eres muy especial, me haces sentir que no estoy solo. Y siempre que estás conmigo siento como si nada más importara. Sólo nosotros. Creo que... te quiero Kate.

—Sherman —dijo desordenando mi cabello —yo también te quiero mucho. —sonrio.

—Si pero, no solo como amiga. Yo... estoy enamorado de ti Katy.

—Sherman. Yo... también estoy enamorada de ti.

¿Vieron eso? ¡Dios no lo creía! Ok si lo creía pero wow. Mi corazón estaba a punto de salirme del pecho.

—Pero tengo miedo —continuo diciendo —De... perderte.

—No vas a perderme Katy...

—Si ya se que no pero, no quiero arruinar nuestra amistad. —dijo —aunque se que ahora nada volverá a ser como antes.

—Katy. También tengo miedo. Pero lo hice porque te quiero muchísimo y no aguantaba ni un segundo más. Lo siento.

Kate se levantó y me tomó de las manos.

Kate se acercó a mí. Se levantó ligeramente sobre la punta de sus pies. Iba a besarme ¡Dios iba a besarme!

—Una cosa más, Katy. —le dije cuando estábamos a sólo unos centímetros —adoro tus ojos.

—Y yo los tuyos. —dijo justo un momento antes de que sus labios tocaran los míos .

Era una dulce sensación que nunca antes había sentido, y seguro no volvería a sentir.

El primer beso.

Entonces estaba seguro. Quien sabe que pasaría ahora. Seguiríamos siendo sólo amigos o no. Pelearíamos, pero siempre íbamos a arreglarlo, como amigos o novios, yo siempre iba a hacer todo por ella, no importaba que pasara.

Pero no quiero preocuparme por el futuro. Lo que importa es el ahora. Sólo importa este momento. Sólo importamos nosotros dos.

Kate y Sherman.