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Ahora o nunca

(Narra Lorena)

Mientras me peinaba y maquillaba en mi habitación, oía a la histérica de mi compañera, decir cosas sin sentido por la casa.

-¡Mierda, dónde narices lo he dejado! ¡Y dónde he puesto el anillo!-Gritó mientras el sonido de cajones abriéndose llegaban a mis oídos.

Al contrario que ella, yo estaba bastante relajada.

-Mónica relájate. Que no te vas a casar...-La dije lo suficientemente alto para que me oyera.

Oí como unas pisadas de tacones se encaminaban a mi habitación.

Una despeinada Mónica se asomaba por la puerta.

-Pero solo pasa una vez en la vida...-Contestó mientras tomaba aire.-Y por cierto... ¿¡Por qué estás tan relajada?!

Reí.

-Porque se controlarme... No como otras.-Dije mientras me volvía a reír.

-No tiene gracia....

-Un poco sí. –Contesté con una pequeña sonrisa.-Anda ven y te ayudo con el pelo.

-Gracias.-Dijo con un suspiro de alivio.

En ese momento llamaron al timbre.

20 minutos después...

-Lore, ¿segura que no quieres que te llevemos?-Preguntó la madre de Mónica desde el salón.

-Sí, no se preocupe. Mis hermanos llegarán luego.

-De acuerdo, nos vemos allí cielo.

-Adiós.-Dije

La puerta se cerró llevándose consigo un alboroto por parte de una nerviosa Mónica.

La casa estaba en total silencio.

Miré la hora.

-Las ocho en punto.

Teníamos que estar allí a las nueve.

Aunque Mónica y yo al ser las primeras de nuestras respectivas promociones teníamos que colocarnos antes en nuestros sitios.

Me dirigí al espejo.

Mi vestido era bastante sencillo.

Tenía un corte griego. Aunque, poseía una manga vaporosa en el brazo derecho.

En la cintura llevaba un cinturón que se ajustaba muy bien a mi figura y hacía contraste con el blanco del vestido.

El maquillaje era totalmente simple.

Una línea de ojos muy sutil, rímel, corrector, y lo que más destacaba el labial, dado que era un tono rojo burdeos oscuro. Haciendo contraste con todo el conjunto.

Mi peinado, también, bastante sencillo. Una trenza griega.

En el brazo izquierdo llevaba un brazalete plateado.

-Lista.-Dije mientras tomaba la toga y el birrete.

Mi móvil sonó en ese instante.

Era mi hermana.

-Hola Ampa, ¿qué ocurre?-Pregunté algo asustada.

-Lore, no podemos llegar a tu casa, hay un tráfico horrible. Estamos en el lugar de la graduación.

50 Sombras de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora