Después de salir del salón llena de nervios y decepcionada de mí misma caminé lentamente a la oficina del Profesor Irwin, no había ni podido ver a mi mejor amiga para desahogarme o algo por el estilo, simplemente salí con mis piernas temblorosas, e intentando mentalizarme a que me vendría detención, o al menos algún castigo. Al estar al frente de la habitación del terror, toque la puerta dos veces, escuche un "pase" que por supuesto reconocí. Abrí la puerta lentamente y lo vi a él sentado con las manos sobre el escritorio y su rostro mostraba un ceño fruncido, y también enfado puro. Dios santo. Estoy jodida.
— Profe-profesor.. — estaba apunto de decir algo, sin embargo fui interrumpida por él.
— Siéntese. — ordena con voz ronca. Yo le hago caso, ya que aparte de que sé que debo hacerle caso, si no lo hago me desmayaré, mis piernas no aguantan más.
Cuando estamos frente a frente, él no dice ni una palabra, solo abre un cajón a su derecha y saca una carpeta de color amarillo mostaza. La abre colocándola al frente mío.
— Debo darle este papel, para que sus padres los firmen, ya que el sábado vendrá conmigo a la escuela a un tipo de castigo que yo llamo "no saldrás el fin de semana" — me sonríe con ironía y yo solo intento que mi mandíbula no se caiga totalmente.
— Señor... ¿ese castigo está permitido? — pregunto con temor, sin embargo nunca había escuchado de algo así.
— Por mi sí. — se levanta de la silla y rodea al escritorio hasta estar atrás de mi, siento como coloca sus dos manos en mis hombros. — Y serán cuatro largas horas, señorita. — se acerca a mi oído y puedo sentir su aliento con olor a menta, respiro entre cortadamente al saber que está tan cerca mío. — tú y yo, solos. — finaliza y sin avisarme deja un beso en el lóbulo de mi oído.
— Yo.. yo... ¿por qué hizo eso?
— Porque sé cómo me ves, sé lo que piensas sobre mi, sé de tus fantasías conmigo. — baja sus manos por mis brazos, haciendo caricias que dejan mi piel erizada. — Yo también fantaseo contigo, Olivia. — dice el, dejándome completamente en shock.
— U-usted es mi profesor. — cierro los ojos, queriendo seguir sintiendo su tacto.
— Y tú mi alumna, sin embargo desde ahora. — coloca sus manos ahora en mis muslos, inclinándose, hasta chocar su pecho en mi espalda y sus labios en mi oído. — Yo seré tu daddy, y tú mi baby girl.
Intento mantenerme cuerda, olvidándome de lo exquisito que se siente esto, recordando lo mal que está, esto está prohibido, es mi profesor, me lleva años, y yo sigo siendo menor de edad, y aunque yo quiera, puede ir preso si lo descubren, por lo que actúo rápidamente y sin pensar mucho.
— ¡No se de que habla! — me levanto bruscamente de la silla, dejándolo apretando sus puños y mirándome de una manera terrible. — Pero no seré nada más que su alumna y usted será solamente mi profesor, ahora, lo veré el sábado. — finalizo de hablar y prácticamente corro hacia afuera de la oficina de Ashton.
Troto prácticamente, lista para salir de las instalaciones del instituto, necesito llegar a mi casa, sé que aún me quedan dos clases más, sin embargo acelero el paso hasta estar al menos 50 pasos lejos de ahí, donde respiro e intentó calmarme, no ha pasado nada, sólo tú profesor se... ¿como decirlo? ¿Se insinuó? La verdad es que ni yo tengo idea de que sucedió en esa oficina, lo que me preocupa es lo que sucederá el sábado.
*
Llego a mi casa y mi madre me saluda con un beso en la frente, intento sonreírle, sin embargo ella es demasiado buena y nota que mi humor no es el mejor.
— ¿Que ocurre, princesa? — me pregunta ella, sonriéndome.
— Yo... — piensa rápido, dale lo del castigo, ella lo verá como la excusa de tu humor. — Me castigaron, madre. — susurro.
— ¿A ti? — me pregunta sorprendida, ya que ella sabe lo buena estudiante que soy. Asiento. — Oh, cariño, bueno, a mi también me castigaban, no te preocupes, solo que no vuelva a pasar, ¿de acuerdo?
— Si, lo lamento.
— ¿Y... debo firmar algo? — ella adivina, y yo lo agradezco, mi lentitud mental en estos momentos es enorme. Asiento nuevamente y saco el papel del bolso, se lo entrego y ella lo mira con cuidado. — Wow, tú profesor es algo estricto. — dice ella, y supongo que leyó "sábado, 4 horas".
— Es nuevo. — digo y luego me muerdo la lengua para no decir nada más.
— Seguro es un viejo amargado. — se ríe ella. Y yo bajo la mirada. — Bueno, cariño, sube a tu habitación, te avisaré cuando el almuerzo esté listo. ¿Por cierto, por qué salieron tan temprano hoy?
— Ehm. — dudé en hablar. — Las dos ultimas clases faltaron, es decir, los profesores.
Ella asiente y yo subo corriendo.
Al revisar mi celular tengo dos mensajes de Audrey preguntándome por qué me fui, sin embargo no contesto y decido acostarme para intentar calmar mis pensamientos y mis malos presentimientos, que me dicen que esto no será algo sencillo, de lo que me pueda salir sin estar ilesa.
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Esta más largo, y bueno, espero que les esté gustando, sé que prometí que en este habría acción, y me doy cuenta que no escribí mucha, pero es que necesitamos ir lento ahkdbakdja, igual espero que la estén disfrutando, besossss.
Son las 3:50 de la madrugada jaja
Siganme en ig: fuckxbaby
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teach me :: afi
Fanfiction♡ Contenido adulto. ♡ Lenguaje obsceno. ♡ Escenas sexuales. ♡ Contenido Daddy Kink. Etc. Leer bajo tu propia responsabilidad. créditos por la portada: @SpecialHxrry ❝¿De quién eres, Olivia?❞ pregunta él con tono autoritario. ❝De Daddy Ashton❞ r...