six

3.7K 124 12
                                    

Sube su mano rápidamente a mi muslo y comienza a trazar círculos con sus dedos en el. Yo gimoteo mientras tomo su cabello entre mis dedos y él reparte besos por mi cuello.

— Eres hermosa, mi princesa. — susurra en mi cuello y siento una presión. Lo separó rápidamente y él me ve enarcando ambas cejas. — Relájate preciosa, no dejará marca.

— Ashton... Esto.. esto está mal. — digo intentando calmar mi respiración. Me atrevo a verlo a los ojos, pero me arrepiento rápidamente, ya que éstos ahora están mucho más obscuros y me ven con rabia.

— ¿Como me acabas de decir? — habla con un tono de voz que me hace temblar de pies a cabeza.

— Yo.. — intentó mantener la seriedad.

— Ponte en cuatro. — me dice, dejándome atónita, nunca me habían ordenado eso. — ¡Olivia! ¡Ponte en cuatro! — repitió esta vez, sin decirme princesa, y mucho menos usando delicadeza.

Me coloco en cuatro, pero el me levanta del suelo y me inclina sobre su escritorio, haciendo que mi barriga y pecho peguen de éste, dejando mi trasero a su vista, al igual que mis piernas, en estos momentos tengo mucha vergüenza y ganas de llorar.

— Recibirás tu castigo, por no haberme llamado como te ordené. — siento que levanta mi vestido, dejándolo sobre mi espalda solamente. Deja caricias sobre mis nalgas y siento como mi piel se eriza por completo. — Eres tan linda, me encanta tu piel pálida y suave, y como tus lunares estar ordenados de manera exacta sobre tu cuerpo. — comienza a decir, con voz suave y me deja sonrojada. Este hombre cambia de temperamento muy rápido, ahora me está diciendo todo esto, bonito. — Aunque lo hermosa no te quita lo mala. — dice y siento como da un azote a mi nalga derecha. Me quejo de dolor y me remuevo incomoda. — ¿Te dije que te movieras? — aprieta mis caderas, niego con la cabeza mientras muerdo mi labio. — Entonces quieta.

Da dos azotes en ambas nalgas demasiado fuertes, estoy segura que eso dejará marca, comienzo a lloriquear en el décimo azote, siento mis piernas temblar y me aferro con fuerza al escritorio, ya que estoy segura que si no lo hago me caigo.

— Por favor, daddy. — ruego con mis ojos rojos. Mis mejillas arden y están muy mojadas por mis lágrimas.

— Solo un poco más, preciosa. — susurra en mi oído y deja dos besos en mi cuello.

Después de aproximadamente cinco minutos más de tortura y castigo siento como sus manos dejan de impactar con mi trasero, respiró hondo e intento moverme, hasta que siento sus brazos atraparme, me acurruco en su pecho y sorbo mi nariz.

— No me gusto haberte castigado, princesa. — susurra en mi oído mientras yo me aferro más a su cuerpo. — Pero debes portarte bien. — gruñe. — Sin embargo, por haberte comportado mientras azotaba tu lindo culo te llevaré por un helado. ¿Quieres? — me besa el cabello mientras yo asimilo sus palabras.

— Mi mami está en la panadería que queda cerca de aquí. — digo con voz suave. Aún siento mi trasero dormido.

— Entonces te llevaré a una especial. ¿Si? — me mira y yo le devuelvo la mirada, perdiéndome en su mirada penetrante. — Aún nos queda 1 hora y 30 para estar juntos. — susurra.

— Está bien, daddy. — respondí con una sonrisa leve. Quería estar con el.

Él me levanta y hace que me enrosque en su tronco, como un monito. Coloco mi cara en el hueco de su cuello y me aferro a el, su aroma es exquisito y siento la necesidad de estar totalmente pegada a su caliente -temperatura-  y fuerte cuerpo.

— Vamos a ir en mi carro, princesa.— me susurra y yo solo asiento.

Comienzo a pensar en lo que estoy apunto de hacer, escaparme, estar afuera con un adulto... ¿está mal? ¿No? Es decir.. la verdad no lo sé. Solo sé que con el me siento bien. No debo pensar más. Exacto, cállate conciencia, concéntrate en sentirte bien.

*

Ashton me abre la puerta de su auto y yo intento ignorar el hueco que siento en mi muslo, al dejar de sentir su mano sobre el, como estuvo todo el camino a la heladería.

— No conozco este sitio. — susurro observando el local, es chiquito y luce elegante. Su nombre; "Fresh Ice" yace en el ventanal con brillos.

— Es mi heladería favorita. — me toma de la mano y nos adentramos al sitio, siento frío en mis brazos y piernas.

— ¿Tienes frío? — escucho como me pregunta con calidez. Asiento ligeramente. — Siéntate ahí. — señala una mesa. — Déjame buscar una chaqueta en mi carro.

Me siento en la mesa que me señaló -la del fondo- y paso con rapidez mis manos por mis muslos para intentar calentarlos. Después de unos segundos Ashton pasa nuevamente y me regala una sonrisa cuando se coloca a mi lado, me pone una chaqueta negra unas tres tallas más grandes que la mía sobre los hombros y su colonia y el calor llega a mi organismo.

— ¿De que sabor pedirás, princesa? — me pregunta con dulzura.

— Me gusta el de fresa y vainilla. — respondo con vergüenza.

— Entonces ese será. — dice y levanta la mano para llamar al mesonero. Cuando él llega Ashton comienza a ordenar. — Muchas gracias. — finaliza.

— Gra-gracias por esto. — susurro.

— Todo por mi princesa. — acaricia mi mejilla. — Me gustas mucho, Olivia. Y no sabes cómo me encanta que uses tus hermosos vestidos, tu cabello suelto, tus ojos con ese brillo que solo tú tienes... toda tu, me fascinas.

<><><><><><><><><><><><><><><><><>

pues nuestro Ashton se puso cursi, me encanta JAJA tiene su lado gay y también salvaje c: bueno, me despido, xoxo.

teach me :: afiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora