Había entrado a la habitación donde se encontraba mi esposa, estaba pálida, no era ella, era un parte. Cuando entré quiso recibirme con una sonrisa pero no era la misma sonrisa de todas las mañanas.
-Emy ¿Por qué no me dijiste lo que te sucedía?
Notaba mis ojos cristalizarse
-Mateo, amor. Lo siento tanto enserio no quería preocuparte. El médico me había dicho tres meses y nuestra hijo ya estaría en el mundo y eso es todo lo que quiero. Mi hijo y mi marido. Pero ahora...
Y no aguante las lágrimas ni ella ni yo, albos sabíamos que si no aparecía un corazón que funcionase correctamente con su organismo no se podría hacer nada y solo pensar en eso te partía en dos
No iba a dejar que Emy y mi hijo se me fueran
No

ESTÁS LEYENDO
Te lo prometo
Genç KurguSiempre había querido empezar a escribir lo que pensaba y sentía en una hoja en blanco. Una hoja sin nada escrito. Una hoja donde yo podía escribir, dibujar, rayar o borrar cuanto quisiera. Una hoja sin ningún comentario que la gente te ponía a cerc...