Capítulo 11

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Después de unos días quise ir a Dk para verla.

Me senté y pedí un refresco.

La veía de lejos, se veía hermosa, era las más sencilla de todas.

Me quede mirando por la ventana. Pensando si alguna vez tendríamos un futuro.

Una voz suave nombró mi nombre, me gire. Era ella

No me lo podía creer, me estaba hablando y se sabía mi nombre.

-¿Hola? Tú eres el chico que está en mi misma clase de cálculo. ¿Mateo?

-Hola. Sí, soy ese chico raro que está en clase contigo

Se rio, me enseño esa sonrisa que tanto me gustaba. Esa sonrisa iba para mí, para nadie más.

Me dio mi refresco y me dijo que volvía en un momento.

Estaba feliz e ilusionado

Volvió después de unos minutos sin su uniforme.

Salimos del local y empezamos a caminar sin un destino fijo

No paraba de hablar. Me encanta

Me conto que le encantaba leer y dibujar, que estudiar arte en un futuro le encantaría y de mayor tener una casa decorada por cuadros suyos, que trabaja para poder tener unos ahorros para ir a visitar a sus abuelos que vivían fuera del continente. También que las clases de cálculo le constaban más de lo que pensaba

Me ofrecí para ayudarla con cálculo. Quedamos el fin de semana

Te lo prometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora