Después de unos días quise ir a Dk para verla.
Me senté y pedí un refresco.
La veía de lejos, se veía hermosa, era las más sencilla de todas.
Me quede mirando por la ventana. Pensando si alguna vez tendríamos un futuro.
Una voz suave nombró mi nombre, me gire. Era ella
No me lo podía creer, me estaba hablando y se sabía mi nombre.
-¿Hola? Tú eres el chico que está en mi misma clase de cálculo. ¿Mateo?
-Hola. Sí, soy ese chico raro que está en clase contigo
Se rio, me enseño esa sonrisa que tanto me gustaba. Esa sonrisa iba para mí, para nadie más.
Me dio mi refresco y me dijo que volvía en un momento.
Estaba feliz e ilusionado
Volvió después de unos minutos sin su uniforme.
Salimos del local y empezamos a caminar sin un destino fijo
No paraba de hablar. Me encanta
Me conto que le encantaba leer y dibujar, que estudiar arte en un futuro le encantaría y de mayor tener una casa decorada por cuadros suyos, que trabaja para poder tener unos ahorros para ir a visitar a sus abuelos que vivían fuera del continente. También que las clases de cálculo le constaban más de lo que pensaba
Me ofrecí para ayudarla con cálculo. Quedamos el fin de semana

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Te lo prometo
Teen FictionSiempre había querido empezar a escribir lo que pensaba y sentía en una hoja en blanco. Una hoja sin nada escrito. Una hoja donde yo podía escribir, dibujar, rayar o borrar cuanto quisiera. Una hoja sin ningún comentario que la gente te ponía a cerc...