Somebody |Muke|

Capítulo 8.

"Traté de estar relajado, pero cuando te estoy mirando no puedo ni siquiera ser valiente porque haces que mi corazón vaya rápido(...) así que sal de mi cabeza y en su lugar cae en mis brazos" One Thing – One Direction.

Mi piel quemaba bajo su tacto. Se sentía extraño, de una buena forma. No podía pensar bien en un momento así, pero estaba seguro de lo que quería cuando decidí no parar.

Sé que nuestros padres están abajo, pero tenemos la música a un volumen moderado para que no se escuchen ruidos inapropiados y mamá no tire la puerta. Seguramente ellos ya están dormidos o con toda su atención en la película.

—Relájate, Mike —susurró sobre mis labios.

—Estoy en eso —reí nervioso cuando su vista se juntó con la mía.

—Podemos parar si así lo deseas.

Negué y esta vez fui yo quien buscó sus labios. Tenían un sabor tan dulce y único, algo que nunca había probado antes. Me camiseta y había desaparecido hace unos minutos, su piel de porcelana se sentía tan bien bajo mis dedos, era tan suave y quemaba.

Jamás dejaré de pensar en lo familiar que es el cuerpo de Luke para mi, es como si ya hubiera recorrido todos esos rincones de su anatomía, besado cada lunar oculto...¿no han sentido eso antes?

«Era la primera vez que lo tocaba así y él a mí. Había esperado tanto este momento y estoy seguro que él también. Habíamos esperado tanto por poder dar ese importante paso en nuestra relación, uno que nos uniría aun mas y haría de todo esto algo "perfecto".

Este momento tan intimo que compartiríamos. Nunca había tenido relaciones con nadie, no iban más allá de los besos y en una semana cortábamos porque no era lo suficiente, pero con él es distinto, lo quiero de verdad.

Lo quiero demasiado, no sólo por su cuerpo. Amo su actitud, su risa, sus caprichos y la forma que me trata. Es perfecto para mí. Aunque él diga lo contrario.

—Te amo —susurré sobre sus rojos labios.

—También te amo, bebé —susurró de la misma forma.

—Eres perfecto —sonreí.

—Deja de mentir. Tú lo eres.—Somos perfectos juntos —murmuré. Sus mejillas se volvieron de un lindo tono rojo.

Sin pedir permiso mordí su labio inferior y lo estiré entre mis dientes. Estábamos en mi habitación, no era el lugar más romántico, pero no se necesitan velas y flores para hacer un momento especial, solamente se necesita esa persona especial.

Llevamos casi cinco meses juntos, pero para mi se siente como su hubiera sido hace tan poco. Lo conocía desde antes, pero nunca me atreví a hablar con él hasta que el mundo por fin giró a mi favor y me puso una gran oportunidad que no dejé pasar.»

Un dolor agudo atravesó mi cabeza. Se sintió como un clavo enorme tratando de perforar mi cráneo. Di un grito de dolor y cerré los ojos, no pude detener las lágrimas y los sollozos.

—¿Qué ocurre? —preguntó Luke.

—Me duele —logré balbucear.

Tomé una almohada y aplasté mi rostro en ella, tratando de calmar el ardor que sentía. Mi cabeza estaba a punto de partirse en dos. No sentí cuando Luke puso mis pantalones y luego me dio una camiseta, después de eso me quedé solo.

Mamá llegó a mi lado. Sentí sus cálidas manos tocando mi rostro y luego una toalla fría sobre mi frente. Lágrimas de dolor seguían recorriendo mis mejillas.