¿Profesor?

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Mi nombre es Andrews y por una extraña razón me apodan An, desde chiquita he sido una niña bastante tranquila y honesta; ahora a mis 18 años, esa niña ha tenido muchos cambios, como toda adolescente. No se que me fue pasando, fui cambiando, no sin dejar de hablar con mis padres, ya que siempre he hablado con mis padres desde que tengo memoria. Les cuento todo, por más loco que puede pueda sonar lo que les voy a decir; pero, obvio que primero pienso y mido como voy a decir las cosas, ya que ellos en parte siempre me han dicho que hay que expresar todo aquello. Me encanta oír todo tipo de música, correr por las mañanas, especialmente cuando oigo electrónica, me hace sentirme diferente, como si estuviera en otro mundo; sería como el mundo entero hacia mi. Hay un artista que me gusta mucho, pero dejo la música, posiblemente para siempre, no se sabe de él hasta entonces, solo que sigue con vida en algún lugar del mundo; sin conocer que sería tan cerca de mi. Yo vivo en una ciudad un poco ruidosa, pero chica, ¿cómo es que es demasiado ruidosa siendo chica? Pues tenemos demasiado turismo, ya que muchos se interesan en nuestra historia o el simple hecho de que se puede respirar aire fresco, muy diferente a la ciudad; se puede vivir en familia y siempre hay cosas que en la ciudad no hay.

Sin cambiar el tema, según dicen las personas, se fue de todos los medios porque no tenía ninguna inspiración que le hiciera seguir con su talento; que simplemente se escapo todo aquello que lo hacía ver como uno de los Dj mas buscados en Youtube, pero no lo creo, ¿cómo alguien tan talentoso como él iba a dejar lo que más deseaba y que lo hacía bien solo porque perdió la inspiración? Debió ser algo más, sin embargo yo también desarrollaba cierto interés por crear canciones, tanto interpretadas por mi, que creadas por mi; solo que en vez de ser normales, eran con un toque de electrónica, mis padres pensaba que estaba medio loca, pero no era necesario que pensaran eso, ya que sabían desde un principio que me encantaba la música, según ellos, yo tocaba el piano desde mis 3 años, que tenía un gusto musical bastante variado y podía interpretar las canciones en el piano, que no importaba el estilo siempre lo lograba. Poco tiempo después de todo eso fui encaminándome, pero lo dejé. Ya que me apasionaba leer, estudiar y estar con mis amigos. Creciendo mis estilos de música cambiaron, conociendo a Zedd, y después su repentino aviso de desalojo de la música, que ya no podía visualizar ningún acuerdo en su estilo de vida acortando situaciones, que se sentía destruido, pero tenía fe de que regresará, eso fue a mis 14 años, él para ese entonces tenía 24.

-Hola, Andra.- alzando la voz para que mi amiga me pudiera escuchar.

-Hola, An. Hoy estas contenta, mas que nunca. ¿Qué te pasó?.- se le veía entusiasmada

-¿Segura?- la mire con extrañeza

-No estas seria, cuenta ¿que pasó?- replico con esa carita de perrito

-Pues creo que hoy llega alguien nuevo- no me llegue a expresarme bien

-Pero no era que te gustaba Luis- miro extraña

-¿Luis? ¿Él? No, él es medio loco, además no es que me guste simplemente lo veo bonito- no me había enamorado nunca, ni siquiera sabía lo que era sentirme "enamorada", es algo que no me pasaba por la cabeza, fue algo que me costaba entender.

-Espero que este te haga entender, al menos que te haga sentir cosquillas en el estómago- las dos empezamos a reír, no parábamos hasta que llego el profesor con un muchacho nuevo, en ese momento no pasó nada por mi cabeza, ni mi estómago, sabía que no sería tampoco con él

-Retiro todo, ya me rindo, no hay nadie en este mundo que me haga sentir tan bien, no voy a pensar en el amor, dejare que caiga solo.- Ya estaba atormentada por todo esto, así que voy a dejar que las cosas fluyan

-¿Estas segura?. Digo no es el único adolescente que vas a ver en tu vida

-Se que no será el único, pero no es el primero, ya tu tienes a tu novio y te llego en el momento menos pensado, vives con él y tienes una vida bonita con él, yo estaré esperando mas.-Decidida, espere que terminara toda las clases, me fui para mi casa, en eso mis padres me estaban esperando, estaba algo nerviosa, ya que mis padres solo suelen esperarme así cuando me tienen una noticia grande, no suelo estar así, pero estaba como si fuera algo grande como si cambiaría mi vida. 

-Hija mía, te hemos conseguido un profesor de electrónica, de los mejores, recomendados por todos- espeto mi mamá con una sonrisa en la boca-

-Él mas comprensivo que estuvo en la altura una vez- ¿será él? o ¿es mi imaginación gastándome una broma?

-¿Qué esperan? Llevenme con él- fui corriendo al auto, y mis padres estaban lentos, regrese los cogí de la mano y fui corriendo al auto, sentí a mi padre poner su llave en el auto y encenderlo, fuimos recorriendo la ciudad hasta llegar a una casa, preferiblemente una mansión. ¿Qué pensar? ¿Qué decir? ¿Con qué nombre llamarlo? Entramos a su mansión, nos recibió su hermano, en eso estábamos en lo que era una sala, era grande, espaciosa, con un gran piano en el frente, donde se podía ver más atrás la vista al mar, y todo aquello que se acomodaba atrás de todas esas personas, sentí nostalgia al tocar por encimita al piano.

-Tócalo, lo animara un poco antes de empezar a enseñar a alguien- lo mire, estaba como alegre, como si llegara un milagro a esa casa

-Él, ¿no se siente bien con esto?- sabía lo que me esperaba, era él, definitivamente era él.

-Ya no es el mismo- cambió su cara en un instante.

-Me imagino- en eso lo único que se me ocurre fue tocar una melodía triste, en lo que la persona que sería mi profesor fue caminando con una botella de jugo de naranja en la mano, sin camisa y con un pantalón a media pierna.- ¿Profesor?.

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