Controversia

12 1 0
                                    

Mi mano estaba tocando su mano, solo porque estaba en alguna parte de su ser llorando, no había visto su cara, pero tampoco me atrevía verla, ya que no se con que me encontraría, con que mirada me vería. Sería que estaba mas que enfadado, o que estaba más que triste, habrá caído en una depresión más grande que antes. ¿Cómo saberlo? Me invadía la nostalgia de estar segundos atrás, de regresar el tiempo a cuando estábamos uno al lado de el otro, él esperando que yo ejecutara alguna canción, tal vez solo por el simple querer de su hermano. Regresé a tiempo y espacio adecuados, a donde me había quedado, en eso siento su mano, estaba fría, congelada, como si hubiera sido sacada de un congelador, no pintaba bien; en mi cabeza no pintaba nada bien. Mis manos temblaban, no solo de nervios sino también del frío que emanaba de sus dolorosas manos; ¿cuantas cosas había pasado?, ¿cuantas duras noches habrá tenido que vivir con este modo de vida?; oculto entre la gente, siendo así alguien en cautiverio, no me lo podía imaginar, pero iba a cambiar de algún modo. En eso un suspiro leve y sentimental, libera un poco mi mano, sin dejarla libre por completo, aun con mi cabizbaja mirada mire de reojo pero por unos segundos y mire para abajo de nuevo, sin tener la más mínima sospecha de que él estaba llorando, no se si eran de tristeza o si eran de alegría, no podía sentir nada a su alrededor, ese aura que me hacía temer se había ido, no por completo pero si se había evitado un poco ese temerario corsel por ahí.

-No me mires, solo quiero que escuches- solté un uhh algo confundida ya que no sabría decir con exactitud el por que de su intrigada medida de no verlo, acaso no quería que viera sus lágrimas sabiendo que ya me di cuenta- he pasado estos dos años aquí encerrado y no por gusto, he estado aquí, solo porque temo mi existencia, no quiero que se haga publico el hecho de que nadie sabe el porque de mi desesperado retiro, y es porque no he tenido tanta suerte que digamos, solo al principio, es algo absurdo pero creo que solo tuve suerte de principiante.- simplemente no me pude quedar callada a tales palabras, solté una lágrima y lo desobedecí lo mire a los ojos, y él me miró a mí, con sus ojos azules con ese rojizo que se forma por culpa de las lágrimas.

-No diga eso, nunca mas lo diga, ni mucho menos delante de mi, no tuvo suerte de principiante, porque tuvo fama por tanto tiempo, el hecho esta en que no ha hecho alguna cosa para recuperar la inspiración, no confío en lo que hacía, no buscaba recursos, no busco debajo de cada piedra- cuando termine mis palabras, ambos soltamos lágrimas, yo por el simple momento de cordura y placer se me fue y pude idealizar todo lo que dije; él, tal vez todo lo que dije, sabía que tenía razón pero aun así soltó más lágrimas que yo, me puso más triste; DIOS, ¿por qué nací idiota? ¿Por qué cada vez que trataba de animar a alguien y mas a él se me complicaba todo? ¿Por qué no pensaba? Me sentía mal- Sabes, creo no estuvo correcto de mi parte decirte todo esto.

-Sabes que..... en parte tienes razón, fui egoísta, si hubieras llegado un poco antes a mi vida, todo esto no hubiera pasado, yo no estuviera aquí, tu no estuvieras aquí tampoco, ya que me estuvieras animando y acompañando en todas giras.

-Si, ¿y ahora que dices?- pude notar una leve sonrisa en mi.

-El yo de ahora simplemente dejo que se muriera hace rato ese antiguo yo, que disfrutaba de hacer música, ahora solo ayudo a personas como tu a desarrollar talento, tanto como he visto te podría decir que eres bastante buena, ya que pasaste de una canción triste a electrónica, tienes buen oído musical, ya que no te equivocaste en ninguna letra- lo llegue a interrumpir

-Estabas tan concentrado en tu depresión que ni cuenta te diste que cambie un pedazo de I want to know you y le cambie con un trozo de la primera canción que interprete.

-¿En serio?- en eso trató de recordar cada canción hasta que se dio cuenta, tarde pero se dio cuenta- Ah, ya; acabo de acordarme- una leve sonrisa esboso, la primera que había visto durante ..... bueno en verdad no sabría decir si ya llevaba la hora o algo así, pero es algo que no sabría decir con exactitud. Le seguí la risa, en eso su mano, toda helada, roza mi cara; solo para quitar un poco de lo restos de aquellas lágrimas que habían salido de mi

-Tienes una risa muy linda a pesar de no mostrarla mucho- dejó de sonreír por un momento y se dio cuenta que por un rato sus preocupaciones se habían ido, que por un milagro de todo lo que rodeaba en el mundo era lograr algo en esta vida. Recuerda cuando era feliz, en un concierto o que cada vez que le twiteaban algo él era feliz, sus sonrisa parecían ser duraderas en ese entonces, pero ya en ese instante se puso serio, como antes, y su aura volvió, ¿como es posible que cambie tan rápido? En eso mis padres llegaron con Arkadi

-Querida, ya es hora de irnos.- Su cara estaba llena de satisfacción, no se porque, pero sabía en mi interior que algo había hecho. Cuando íbamos saliendo de la habitación, mira atrás buscándolo, tenía una sonrisa pícara y traviesa, pero la quito rápido para que nadie más la viera, ¿que había acabado de pasar?¿por qué él estaba así?

-Gracias, Andrews, por todo, él esboso su primera sonrisa después de estos 3 años que llevo con él aquí, y casi nadie soporto tanto con él, solo unos 20 minutos, y a veces ni siquiera 5 minutos, tu duraste con el mas de 2 horas- dijo su hermano, ¿qué qué? ¿Dos horas?

-¿Qué? ¿2 horas? Debe de ser una broma- me lo volvía a decir a mi misma, dos horas.

-¿Qué te he dicho de hablar así?- expreso mi papá un poco furioso

-Lo siento mucho- mire a Arkadi y baje mi mirada

-No importa, has logrado en él lo que más nadie ha logrado, hacerle reír o de que se vaya de ese trance- en eso mis padres trataron de pagarle a Arkadi pero él insistía que no, que el mayor pago que le hicieron fue ver a su hermano feliz por lo menos unos segundos, y yo confundida por lo que estaba pasando.

Precios incontablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora