Confusión o amor

9 1 0
                                    

Solo en aquellos momentos me pude dar cuenta, que los dos hermanos dijeron dos fechas diferentes; mientras Zedd me había dicho dos años, Arkadi dijo que eran 3; confundida hasta cierto aspecto, pero me di cuenta que Arkadi era el que de verdad llevaba el tiempo verdadero. Me encontraba en el carro de mis padres, en las sillas traseras, tocando el suave y acomodado asiento en que segundos antes estaba frío, pero apenas llegue fue poniéndose caliente. Me acosté, ya que en parte era rico estar así, además de que no quería estar sentada. Me enfoque en la puerta donde Arkadi nos estaba despidiendo, más arriba en un balcón, donde nadie lo podía ver, sin embargo se dejaba ver solo por mi, estaba Zedd, un poco molesto, o tal vez un poco furioso, no sabría explicar esa mirada que tenía. Tenía sus ojos posados en mi, en todo mi cuerpo, no sabría explicar esa sensación, era como si estuviera desnuda enfrente de él, no esa clase de desnuda en sentido de que no traía nada, sino más bien en el sentido de que mi alma estaba en un tono blanco, como cuando te hacen una revisión, en ese momento de desnudez y embriaguez de mi alma, sentí una leve gesto en su mirada; y yo sentí..... ¿qué habré sentido? Mis palabras conocidas no sabrían explicar el como palpitaba mi corazón o el como mis labios empalecieron y se tornaron un color pálido, o el simple hecho de sentirme hipnotizada ante tanta belleza. Ahora más que antes, sentí que estaba un poco más vivo, es el sentir de que un pedazo de vida se le fue devuelto; me sentí un poco viva, junto con él; pero de forma diferente. ¿Qué era eso que sentía por él? ¿Amor? ¿O estaba simplemente confundida? En fin, mis padres acabaron de subirse al auto y salude con mi mano a Arkadi y mire arriba, ya no estaba, se esfumo de mi vista; ¿era acaso una persona tan mala como para no despedirse de mi? ¿Habrá sufrido un poco más? ¿Se habrá hecho un poco más fuerte y decidido? 

Saberlo era una incógnita, ¿o más que eso?. Hoy era mi día de preguntas, a pesar de que había estado con el DJ que más me gustaba, que su música me hacía temblar, la verdad me sentía un poco deprimida, así que lo mejor que hice fue decirle a mis padres que durante el viaje a la casa no quería que nadie me molestara porque estaría oyendo música. En eso me llega un chat, estaba toda deprimida, no quería contestar, pero era de mi mejor amiga

-¿Cómo te fue?- era mi amiga

-Ni quieras saber- puse un emotico de carita decepcionada

-Estas super deprimida, así que hoy compró helado, una buena película y una pijamada en mi casa

-No quiero- Andra pone la carita de furiosa y llorona- Andra no quiero por más que insistas

-Si tu lo dices. Iré de todos modos- ella y sus cosas

-Como quieras- dejando el chat hasta allí ya que de seguro se fue a buscar las cosas.

Sabía que aunque le dijera que no, iba a ir, así que cuando llegue a mi casa trate de acomodar todo, estaba la música de mis audífonos casi 100 por cierto altos y de la nada sentí unas manos frías que me cogían por atrás, pero cuando voltee no había nadie, estaba extraño, también sentía como mi habitación en parte absorbía un extraño aroma, no muy conocido; pensé por un momento que era mi imaginación pero volví a sentirlo y con un poco más cálido, me quite los audífonos en eso siento esas mismas manos agarrarme por la cintura y me di cuenta que era Zedd, o era lo que al menos mis ojos veían, pero ¿por qué el estaba allí? ¿Que hacía él allí? ¿Cómo llego? ¿Me siguió? Eso no era lo importante, lo que era de resaltar era el hecho de que él hacía él allí. Solo sentí que se acercaba sin mediar palabras, hasta que sentí su nariz, a gran diferencia de sus manos estaba caliente, sus respiraciones eran moderada, calmadas hasta que se volvieron más agitadas; las mías simplemente se volvieron cálidas, necesarias para mi existencia y creo que también para él, nos fuimos fundiendo poco a poco, sin alguna calma ni constancia sus labios se acercaron a los míos; jugó con mis pensamientos, sacó su lengua y empezó a rozarlo por toda la zona de mis labios, yo no supe que hacer ya que era mi primer beso, él solo se atrevió a eso, jugando un poco más de tiempo para ver que hacía, mis instintos me decía bésalo; pero como hacerlo, estaba demasiado pegado a él, no podía tan siquiera moverme, se me había olvidado todo, hasta como me llamaba. En eso, siento una voz femenina que me llama, con insistencia, pero la sentía demasiado cerca y no veía a nadie cerca. En eso abro mis ojos lentamente, siento una luz en mi cabeza, al no estar acostumbrada a esa luz simplemente los abro poco a poco, ¿que habrá pasado? Al abrirlos completamente, miré a Andra, ella era la que me estaba llamando; pero para mi sorpresa no vi a Zedd. ¿Adonde habrá parado? ¿Se habrá escapado?

-Amiga, ¿buscas a alguien?- me dijo algo confusa, ya que según ella estaba buscando a alguien.

-Si, a Zedd- en eso mi amiga se ríe a carcajada limpia, ya me di cuenta que decía tonterías y más ahora que ella no sabía de la existencia de Zedd en nuestro pequeño pueblo.

-Andrews estas loca, aquí solo hemos estado tu y yo, nadie más a entrado a tu cuarto, además si alguien hubiera entrado yo lo hubiera visto- en parte tenía razón pero y ¿si entro por la ventana y salió por allí mismo? No importaba a lo mejor solo fue un sueño.

-Ok, habré estado soñando- me sentí incomoda, ya que le prometí a él que no podría decir nada a nadie, me sentía una loca, aunque no mencionó nada del porque mi repentino desastre de decir el Zedd de la nada.

-Andrews mira no se lo que haya pasado, ni de seguro quieres hablar de eso, pero me preocupo un poco el verte dormida y sollozar un nombre, llorando-  ¿Llorando? ¿Yo?   

Precios incontablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora