¿Es ahora o nunca?

6 1 0
                                    

Apenas tocó la puerta me fui dando cuenta de que estaba viendo pasar cada momento con Zedd, y de como llegué a parar aquí solo de casualidad. ¿Lo que iba a pasar después de abrir la puerta? No se, solo se que al pasar la puerta me estaré recovando en lo mas profundo de mi ser, solo por tratar de conocer la verdad, de alegar en mi defensa, de saber en verdad que es lo que pasa por la cabeza de Arkadi. Apenas lo conozco de hace dos días pero es como si lo conociera de hace tiempo, que es mi mejor amigo, en que podría confiarle hasta mi secreto más profundo. No me había dado cuenta que alante de mi estaba Arkadi, con una sonrisa falsa, solo para fingir que estaba bien

-¿Puedo pasar?- con una sonrisa.

-Si- estaba todo limpio o al menos eso pensaba, mire bien, aunque nunca había visto su habitación, algo me hizo pensar que el arranco algo, solo de mirar pude fijarme en la leve rasgadura que había en la pared, cerca de un cuadro, pude deducir que allí; al menos, había quedado una parte de un poster.

-¿Estás bien?- nerviosa por lo que iba a pasar.

-Si, perfectamente- pero su mirada decía otra cosa.

-Por favor, confía en mi, se que no me conoces ni nada, que no deberías darme ninguna confianza, pero quiero saber que te pasa, ¿no te alegras por tu hermano?

-Si, mucho por eso estoy aquí encerrado para que no vea que estoy llorando, porque hace tiempo no lo veía tan feliz gracias a ti- soltó muchas lágrimas, estaba contenido- no sabes por todo lo que he pasado, por la miseria que he pasado, ya me habían votado en algunos trabajos, porque siempre tenía que irme por mi hermano y todas las cosas que hacía. Él no se quería, ya no era el mismo, el primer año no pude ni siquiera tener un trabajo fijo de algo.... - paró por unos segundos, no le dije nada, solo me dedique a darle un abrazo, me lo devolvió con el mismo amor que yo se lo entregue- apenas mis papas nos tenían que mandar el dinero, podíamos vivir pero no era mucho, ya después fue mejorando las cosas, pude hacer algunos trabajos que me dieron plata pero él seguía igual, se ponía peor, era cada vez más egoísta, no podía pensar que ese era mi hermano, ya en el segundo trate varias veces de buscar a personas para que lo ayudaran, siempre me decían lo mismo, que debería buscar un pasatiempo, principalmente él. Pero era prácticamente nada, todo era un calvario para él porque le hacía contemplar su antigua vida, pero después llegaste tu. Tú fuiste mi gota de luz en una oscuridad eterna, gracias por llegar. Siempre te mire como una hermana, como alguien a quien podía confiar. 

-No se que decir- estaba en shock, todo eso llego como una bomba.

-Bueno, simplemente creo que respondí a todas tus preguntas.- se estaba calmando, poco a poco. 

-Solo me queda dos preguntas- mirando pensativa.

-¿Cuales?

-¿Cómo supiste que quería preguntarte eso?

-Pues estabas tan metida en tus pensamientos que decidí contarte todo.- se iba secando todas las lágrimas que quedaban en su rostro, estaba feliz, ya se había quitado una carga de encima- Y ¿la otra?

-¿Por qué estabas como deprimido por el beso de Zedd y yo?- se quedo un poco asombrado a tal pregunta pero respondió.

-¿Yo? ¿Deprimido? Más bien, estaba disfrutando para mis adentros, pero por fuera estaba pensando que nunca me había sentido así, le has cambiado, algo que yo no pude hacer en estos tres años junto a él, pero deberías hacerle caso a tus amigos de que irradias luz a donde quiera que vayas.

-Si, ya me di cuenta, pero ¿cómo es que pudo cambiar de la noche a la mañana?

-Wowowowow, niña calma porque solo era dos preguntas- me empecé a reír.

-Bueno, no importa.

-En verdad, le falta mucha motivación dijo el psicólogo, que había perdido toda falta de atención a las cosas, solo aquello que le llame la atención, puede hacerle cambiar de parecer. Eso es más o menos lo que entendí de todo lo que había dicho.

-Entonces todo lo que tenías que hacer era como llevarlo a algo que lo impulsará a ser alguien otra vez.

-En parte. Me siento muy alegre, aunque no lo parezca, de que sea usted la persona que le haya levantado el ánimo.

-De nada, ya que se todo, me podrías llevar a la sala, Zedd de seguro debe de estar preocupado- asintió y en lo que yo abría la puerta algo me empujó hacia atrás caí al piso, al abrir los ojos me di cuenta de que se Zedd estaba abajo de mi, no se como habrá sucedido, pero me he dado cuenta que Zedd no le gusta que caiga sin estar él allí, para amortiguar mi caída. 

-¿Así que estabas aquí? ESTABA PREOCUPADO.- Últimamente esta tan preocupado.

-Lo siento, señor preocupado- Arkadi y yo no podíamos parar de reír pero a él no se le notaba que se reiría, pero tuve una idea mejor y fue hacerle cosquillas, no pudo contener la risa, era tan placentero verlo reír. 

-Tenemos que hablar, Andrews. ¿O es que acaso tu no me amas?- me quede en shock, ¿cómo se le ocurre cogerme tan desprevenida? ¿y más así? Entre risas, no sabría explicar como me sentía, solo el besarlo creo o al menos pienso que le debió de dar la idea de que yo estaba locamente enamorada de él, ¿no le había bastado con esa prueba de amor?- Andrews, amor ¿que te pasa?

-SI TE AMO- fue lo único que pude decir, él fue ahora el que se quedo sin palabras, podía mirar su rostro, su mirada estaba centrada en mi, me coge de la cintura y me lleva arriba de él, solo para cogerme de la nuca y lentamente acercar mi pecho contra el suyo, mi nariz con su nariz, y así algo o mejor dicho alguien había interrumpido nuestro beso con su mano, y era Arkadi

-Escenitas, aquí no, por favor, hay menores aquí- Menores jaja ¿donde estarán?

-¿Dónde? No veo ninguno- dije complementándolo con una sonrisa.

-Si, yo veo a uno- señalo a su hermano, en ese instante no pare de reírme junto a Zedd. Nos levantamos y nos fuimos a la sala, en lo que el me agarraba por atrás, y atrapando cada uno de mis dedos, seguido de un beso en el cuello en el cual respiró hondo, y yo me recosté en su hombro.

Precios incontablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora