—¿Estás bien?—preguntó una chica poniendo su mano sobre el hombro de aquella mujer.
—Si lo estoy, ¿porque creerías que no lo estoy?—comenzó a acercarse.
—Es que te vez pálida y tus ojos...—tartamudeo con miedo, alejándose.
—Tal vez es por qué estoy muerta—dijo sarcásticamente.
Los ojos de ella comenzaron a volverse rojos como la sangre y en un abrir de ojos la chica dejo de respirar, a lo que ella limpio la sangre de su boca e hizo un gesto de satisfacción.
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Madelina: Una condena por siempre.
WerewolfEl infierno puede ser divertido si encontramos el demonio perfecto. Han pasado más de mil años desde aquella noche, paso marcando la vida de Madelina. Su padre la maldijo con la maldición de los 12 sacrificios condenándole a la inmortalidad y aproxi...