¡A Dios no lo impresionas!

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No te equivoques la iglesia no es la discoteca, ni un club social, ni mucho menos una pasarela de modas, como parece que muchos la han confundido, al querer resaltar y lucir su belleza exterior, ante los demás con sus arapos...

considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
1 Pedro 3:2-4

Pues, ¿busco ahora el favor
de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Gálatas 1:10

Robin Alexander.

El Gran Alfarero.03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora