One Shots Marvel

Bucky Barnes

Advertencia: Smut.

Pareja: Bucky×Lectora.

—¿Comó te atreves a decir eso?—. Digo con voz herida, sintiendo un nudo formándose en mi garganta.

—Es la verdad ____, voy a lastimarte... Voy a hacer lo que muchos esperan de mi y no podría seguir con mi vida sabiendo lo que te dañe—. Explica con voz temblorosa el soldado del invierno.

—¡A la mierda lo que digan los demás!—. Grito ya exhausta, como era posible que tengan esta charla ahora mismo.

Llevábamos al rededor de un año juntos. No era extraño escuchar a los ciudadanos o a los vengadores mismos hablar de lo poco confiable que era la mente de Bucky, todos trataban de protegerme como si fuera una niña indefensa. Sintiendo como la pelea esta solo comenzando me dirijo hacia la tabla de botones del ascensor y detengo su movimiento.

—¡Estoy harta de que los demás pongan en riesgo la parte mas importante de mi vida!—. Elevo mi voz ya nublada por el torbellino de emociones que se presentaba en mi.— Te amo James... ¿Que parte no logras entender?—. Comente restando distancia entre nuestros cuerpos, apresándolo entre mis brazos.— Eres... todo para mi—. Dejo besos en su frente, luego un par en sus labios y termino en su cuello.
Su respiración se vuelve más temblorosa y distanciada. Mis labios tibios contra su piel fría envía una sensación de necesidad absoluta, sus manos se mantienen sobre mis caderas inmóviles. Alejo mi rostro de su tierna piel y lo miro directo a los ojos, esos que alguna vez eran del color de las aguas mas bellas del planeta ahora eran casi negros debido a sus pupilas dilatadas.
La tensión era casi palpable, ninguno de los dos movió un músculo mientras que nos perdíamos en nuestros ojos. Cuando me pude dar cuenta nuestros labios se unieron desesperados, como si nos faltara aire por respirar, nuestros pasos nos guiaron a una de las paredes del ascensor en el que nos encontrábamos.
Nuestros labios iban a un ritmo casi como si fueran echos el uno para el otro. Para cuando me di cuenta que mis pantalones faltaban mis piernas ya se encontraban rodeando las caderas del moreno, sus manos, ya en forma de puños, se encontraban pegadas contra la fría pared. Un recorrido cálido iba desde la comisura de mis labios hasta mi pecho, generando un sin fin de destellos en mi cuerpo.
Mientras que trataba de quitarle las prendas a mi pareja el tomo las riendas de la situación, su dedo pulgar daba movimientos circulares sobre mi, una oleada de placer se dejo ver y lo único que pude hacer para acallar los fuertes gemidos que querían salir fue morder levemente el hombro de James.
Esto acelero las cosas, su miembro entró lentamente en mi para luego intensificar sus movimientos con su dedo aun haciendo su magia allí abajo. Mis labios se guiaron hacia los suyos de donde provenían gruñidos y gemidos, se unieron casi como un rompecabezas mientras que llegábamos a la tan esperada ola de placer.
Nos quedamos un par de segundos tratando de recuperar nuestra respiración, mientras que nos perdíamos en nuestros ojos. Sus labios se impactan contra los míos, este beso ya significando pura y exclusivamente amor.

—Te amo ____, más de lo que te puedes imaginar—. Comenta casi en un susurro con nuestras frentes pegadas la una contra la otra.

—Eres el amor de mi vida Buchanan—. Sonrío mientras que acaricio su mejilla.

Con toda la delicadeza del mundo me deja sobre el suelo, para que que me ponga el pantalón y el se arregle el suyo. Aprieto los botones y por fin vuelve al movimiento el aparato, al ver que ya casi estaba en mi piso me acerco a el y le doy un pequeño beso en sus labios para luego acercarme a su oreja.

—¿Vienes para el segundo round?—. Pregunto en un susurro, para luego salir del ascensor con una sonrisa cómplice.

Me alejo por el pasillo con unos fuertes pasos atrás. Esta si que sera una noche larga.