Las Winx y los especialistas acabaron con los villanos más poderosos de la dimensión mágica, ahora les toca la tranquilidad y el merecido descanso. Pequeñas historias de lo que es de ellos después de la oscuridad.
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6 distintos vehículos iban en caravana por las tranquilas calles de la Tierra, las Winx y los especialistas estaban planeando ese viaje por meses y ahora que Bloom y Sky habían regresado de su luna de miel, decidieron pasar el fin de semana en un lago de Gardenia.
Acordaron no usar la magia por esos 3 días, un reto difícil, ya que la usaban en su vida cotidiana. Rentaron los autos y Bloom liderando al grupo, estaban por llegar.
—¿Cuanto falta para llegar?.—preguntaba por décima vez el hada del sol y la luna, estaba mareada por el largo viaje en auto.
—Falta poco, mi princesa. Sólo unos minutos más.—Brandon siempre le daba la misma respuesta, creía que en algún momento su novia saltaría del vehículo vomitando todo lo que no había vomitado en el recorrido.
Iban en este orden: Bloom y Sky liderando, Stella y Brandon detrás, Flora y Helia siguiéndolos, Layla y Nex después,—Layla conducía.—en el quinto auto iban Timmy conduciendo, Tecna de copiloto y Musa en el asiento de atrás, por último, Riven sólo en un convertible.
La pareja seguía separada desde el último incidente, por eso la chica le pidió a su mejor amiga ir con ella en el largo viaje. Riven estaba furioso, no quería aceptar que el tenía la mayor culpa en todo esto, así que puso su orgullo delante de todo y prefirió ir solo que arreglar las cosas.
—¿Sabes lo humillante que es que tu novia sea la que conduzca?.—Nex no quería imaginarse las burlas que llevaría por parte de sus amigos cuando lo vean bajándose del asiento del copiloto.
—No seas llorón, gané limpiamente. Además, nos quedan muchas competencias más en las que planeo patearte el trasero.—aclaró la princesa de Andros sonriendo victoriosa.
—Eso ya lo veremos, preciosa.—la retó guiñándole un ojo.
(...)
Habían llegado a la cabaña situada en frente del bello lago, los padres adoptivos de Bloom conocían al dueño, por eso pudieron alquilarla con facilidad.
Todos fueron saliendo de los autos a tomar su respectivo equipaje, Flora estaba maravillada con el sitio, era muy colorido y tranquilo, libre de tecnología. Por otro lado, Stella estaba a punto de vomitar.
—Chicas, no aguanto.—salió corriendo hacia el primer arbusto que vió y expulsó todo su desayuno.
—Stella, eso es asqueroso.—Riven estaba a unos pocos metros de la chica, haciendo una mueca de disgusto.
—Entiéndela, tiene 5 meses de embarazo.—Musa pasaba a su lado cargando dos maletas.—¡Oh, lo olvidé! Sólo te importas tú mismo.—y con esa afirmación, se fue dejándolo con la palabra en la boca.
Bloom observó la escena un tanto confundida, la última vez que vió a sus amigos ellos estaban bien ¿Que habrá pasado en los 2 meses que estuvo ausente?. Se acercó a Layla para preguntarle y la chica le dijo que los muchachos y Flora eran los que sabían la versión completa.
