Undertale AU UnderPower ||Overpower||

El último rescoldo de dolor

Guiado por los vientos del destino
He llegado hasta aquí

Frisk estaba llegando a su antigua casa, y Sans, como ya era costumbre, la seguía para comprobar que no hacía nada malo.

Poco a poco la casa se fue mostrando, estaba incluso peor que la anterior vez en la que Sans había estado, aunque aquella vez estaba vivo.

Su niña caminaba con pesar por toda la casa paseando sus ojos fríos por cada rinconcito del lugar. Las escaleras crujían bajo sus pies mientras las subía para llegar al piso de los cuartos.

—¿Pero qué diablos haces aquí, niña?—aunque estaba seguro que en ese momento Frisk no iba a prestar atención a la voz de Sans o "susurros de locura" tal y como ella los llamaba.

Sin saber muy bien qué hacer y qué esperar decidió pasear por la chamuscada habitación de Papyrus que Frisk acababa de abrir, todo seguía igual, hasta la cama. La cama era algo sorprendente. Había sobrevivido al subsuelo y a ser sacada de ahí,y hasta había sobrevivido a su peso más el de Frisk cuando saltaban sobre ella... Sin contar el incendio.

Cuando el espíritu de Sans se giró para volver junto a su niña la encontró con una expresión extraña y apretando sus puños con fuerza, tenía los nudillos blancos.

Su pequeña se dirigió hacia su propio cuarto y paseó la mirada también por todo el interior. Él también observó, pero no al cuarto, eso no importaba, lo tenía muy visto. Observaba a la niña, a SU niña. Y esta no estaba feliz, el haber ido ahí no le había hecho bien, de ninguna manera.

—Menuda insensatez, peque—pero en esa ocasión la muchacha tampoco estaba pendiente de su voz.

Sin previo aviso la chica cayó al suelo y empezó a derramar lágrimas de amargura. Sans, desesperado por consolarla se posicionó hasta su altura y trató de abrazarla. Pero...era totalmente en vano. ¿Qué más podía hacer?

Son tus lagrimas tormentos
Por que no eres feliz

No podía cuidar de ella verdaderamente estando muerto, no podía secar sus lágrimas y mitigar sus penas y dolores. Lo único que era capaz de hacer sentir en su propia alma lo mucho que sentía el haberse marchado antes que Frisk y el haberla dejado sola. Toda esa angustia y todo ese sufrimiento extremo se concentraron en lo que quedaba de su alma al no tener vía física de escape, como las lágrimas.

Desde aquí arriba veo mas
De lo que pueda soportar mi alma

La muchachita salió corriendo, pero aun así se adentró en otro cuarto, el cuarto de Sans, con el espíritu de este por detrás. Y cuando entró Sans no pudo evitar pasear también por este. Era una lastima, antes su habitación era azul y con algún toque amarillo, pero ahora no quedaba nada de sus colores. Bueno, estaba entonces igual que su dueño, ahora combinaban a la perfección.

Al contrario que con la cama de Paps la suya estaba totalmente destrozada, las llamas la habían consumido completamente. Si hubiese podido (más bien si hubiese tenido cuerpo) hubiese hecho un saludo militar, esa cama le había proporcionado las mejores siestas de su vida.

Si me pudieras ayudar
Durante un dia nada mas y luego te vas

Y nuevamente su mirada volvió hacia Frisk.

En ese entonces lo que conservaba de su alma se le cayó completamente al suelo.

Se encontraba apoyada en la pared con los ojos desorbitados, sus suaves manos cubriendo su boca y con lágrimas grandes y hermosas pero triste de ver.

¿Qué estaría recordando que le causaba tanto sufrir?

No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido

Si hubiese tenido cuerpo hubiese secado sus lágrimas, las habría besado y las habría hecho desaparecer completamente con algunas bromas. Habría abrazado a Frisk y le habría dicho que estaba todo bien...
Aunque si estuviese vivo a Frisk no le ocurriría esto...

Por morir en el intento
Nada pierde este pobre infeliz

Tanto dolor en su alma era tan insoportable, tanta angustia y desazón sentía y tanta era la culpa que si su alma no se hubiese roto tiempo atrás lo habría hecho en ese mismo momento.

Y ella seguía llorando, y Flowey estaba callado, y nadie decía nada y...y...Solo los sollozos ahogados de Frisk y las maldiciones pasadas por agua de Sans sonaban en todo el parámetro...

Hoy llega el frio y ya era invierno
En mi alma que se deshiela ante ti
Me desgarras cuando te vas y me llenas

La niña otra vez se fue hacia otro cuarto, el de Toriel. Había pasado tantas cosas en ese lugar...como el día en el que ella enfermó. Se sintió igual de impotente que en ese momento, y no eran situaciones tan diferentes.

En ese entonces Frisk luchaba contra una posible muerte, y ahora también podríamos decirlo así, en ese entonces Frisk sufría, y ahora también...

Y tampoco cambiaba la capacidad de hacer algo de Sans...
Para que mentir, en ese momento Sans sí que estaba para abrazarla y mostrarle lo mucho que ella le importaba.

Al llegar con tus manos vacias, si me amas de verdad
Debes seguir hasta el final aunque me veas llorar

Y como Sans ya esperaba su niña volvió a llorar. Sus lágrimas quemaban tantísimo...

El brazo de la castaña se extendió justo hacia dónde el espíritu de Sans estaba mientras gritaba que regresase junto a ella y lo repetía sucesivas veces.
Y eso fue el detonante. Lo que quedaba de su alma emitió una extraña señal mientras lo que era la consciencia de Sans se nublaba por todo el sufrimiento que también cargaba. El solo imaginar por lo que estaba pasando su niña...

No llores por mi, mi alma va a estar contigo
Vuelve ya a vivir junto a ti aunque tanto he sufrido

Y sin sabes que había ocurrido Sans dejó de estar junto a Frisk. Supo en ese entonces sin ninguna duda lo que era... Ya no podía estar más con Frisk. Su sola presencia le causaba dolor y algún poder divino había decidido apartarlo de ella.

Se arrepentía de todo. De lo que había dicho, de lo que no...
Pero sobre todo de no poder estar a su lado y ver cómo crecía y vivía.

Pasarán lo años y Sans no volverá a ver nunca más a Frisk, sus almas nunca volverían a sentirse ni a verse...porque...

Sans desaparecía en ese instante

Dos estrellas brillan hoy, arriba en el firmamento
Aunque nadie recuerde ya la historia que ahora les cuento