Por el amor...

161 7 1
                                    

Que serias capaz de hacer por amor?

Serias capaz dar tu ultimo suspiro por amor?

Serias capaz de entregarlo todo por amor?

Serias capaz de quedarte sin nada por amor?

Serias capaz de perder tu libertad, esclavizar tu paz interior para desatar una guerra inferior por amor?

"Por amor, yo recorreria llanuras y montañas, atravesaria junglas y bosques, nadaria mares y oceanos y abriria mis piernas para que se consuma un acto repulsivo y entraria entre esas piernas que tanto desapego le tengo"

Pensaban los dos mientras que sus acosores se divertian con sus cuerpos, ellos no pronunciaban ni una palabra ni ejecutaban ningun gesto, parecian estatuas que eran manoseados por mugrientes manos de turistas que no sabian como apreciar el arte, o la cultura ajena.

-"Es un simple chequeo normal, nada extraño que ya no has hecho antes, y lo estas haciendo por nuestro Señor- Cuantos actos en este mundo no se han cometido al nombre del Señor? Cuantos inocentes no han sido ejecutados o culpables sueltos en el nombre del Señor? El ser humano ha usado el poder que obtiene solamente para beneficio propio y cuando los otros se percatan de sus hechos marginados, los oprimen diciendo que sus actos ham.sido patentados por nuestros Señor, se que sus castigos no han de tardarse por mofarse de sus deberes y del Señor al que de los humanos, pensaban mientras sus pechos eran revolcados de saliva por sus asesiadores.

-"Lista/o para bajarte tus bragas/pantalones"- Cuestionaban sus hostigadores, no respondian devuelta y conjuntamente el Padre y la Madre empezaron sus actos dejando la ropa interior de sus victimas a medio camino. Ana perdia su vista entre el hueco de la puerta de su cuarto al mismo tiempo que sus suspuros se escaseaban, cada cez que el Padre forzejeaba mas y mas con el desacuerdo de ella, se escapaban de ella y se dirigian a aquel hueco, ella esperaba que algo o alguien la salvase de este problema, su Biblia decia que "Busca y hallareis, pide y se os dara...." Rezaba en su corazon y pedia que el mismo Señor bajara y castigara al Obizpo por su inapropiado e inmundo comportamiento, pero sus suplicas no eran contestadas, talvez no gritaba lo suficiente en el silencio para que el Señor escuchase su voz, talvez debiese respirar mas y mas fuerte y que sus suspiros le llegen como brisa de angustia al Señor, "talvez, talvez o talvez" simplemente perder la fe o la conciencia mientras perdia el control de sus pupilas que se cerraban solas, aun ella no perdia la vista al hueco de su puerta, ni en sus ultimos suspiros perdio la esperanza, ya que es lo unico que le quedaban y no pensaba en perderlo.

-Mil disculpas su señoria- Replico Anais que entraba en el cuarto medio abierto, no sabia lo que se consumia adentro del cuarto, pero por la cara que traia Ana parece que llego a su rescate sin saber.

-Esta disculpada mi hija, que la trae aqui?- Decia el Obizpo mientras se subia los pantalones, se secaba ños sudores y trataba de bajar su ritmo cardiaco por el susto le produjo la hermna Anais.

-Alguien esta en busca de la hermana Ana-

-Esa persona no puede esperar que terminemos nuestra supervision?-

-Bueno, Creo que podia volver en otro momento-

-Creo que si, seria favorable que venga en otro momento- Mientras se alejaba la hermana Anais y el Padre se acercaba a Ana, ella cobro la conciencia y miro a la direccion de ella y su mirada le gritaba auxilio, sus  esfuerzos de hablar convalidaban su desespero.

-Quien me anda buscando?- Sus ultimos suspiros y afan de escaparse de ese momento la socorrerieron.

-El señor Nicoles III, anda en su busqueda- De nuevo esa persona aparece en su vida, no para bien o para mal pero aparece, no lo queria ver tampoco queria estar en ese instante en la cual se encontraba.

-Dile que ella no le apetece hablar con el- Respondio el Obizco con su desespero de culminar lo que ya habia anhelado por años.

-Ire a verlo ahora mismo- Protesto Ana.

-Quieres que aleje a Donattelo de ti o que caiga en la carcel por acoso e inrespeto de la casa de Dios?- Le susurro el Padre al oido cuando percato la respuesta y empuje de menosprecio que le propino Ana.

-Recuerdas que mi Padre es el que mantiene este lugar en pies gracias a los fondos monetario mensuales?- Replica Ana con un tono de voz muy latoso.

-Solamente nuestro Señor, es el que provee el pan para esta casa- Contesta el Obizpo.

-Entonces orara a ese señor desde hoy en adelante si no me deja ir a hablar a mi Padre en este instante-

-Desde cuando llamas Padre a aquel que se olvido de ti, yo te recoji y te crie! Te di sustento y ahora me lo pagas asi?-

-No tengo mas nada que decir- Culmino lo que tenia que decir con un empuje de desprecio al Padre que se cayo al piso, Ana simplemente siguio caminando mie tras se subia las bragas, mientras se dirigia afuera sentia como esa brisa visctoriosa la consumia pero tampoco olvidaba el olor amargo que eso le producia ya que iria a hablar con alguien que ella no ha dirigido la palabra por años, en su camino se encue tra al joven Donattelo caminado con su rostro al suelo y ni opto a pregu tar que le sucedia solamente decidio seguir camimando a ese encuentro que era invitable.

No sabia lo que iban a hablar y ella habia alargado lo que ya era inevitable, y recuerda que cuando Dios cierra una puerta, recisa a ver si dejo la ventana abierta.

Continuara...
Si te gusto comparte y comenta..

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 22, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El jardinero y la monjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora