Muchos caminos

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Como dice las escrituras todo pecado empieza por el mirar, el primer pecado cometido fue el de Satanas al admirarse a si mismo, Eva al mirar la fruta prohibida la vio agradable, Adan por observar la belleza de Eva despues de que ella cayo y asi mismo sus ojos fueron abiertos, aveces creo que si hubiesemos sido ciegos no pecariamos tanto,  Al mirar un objeto se juzga, se anhela, se saca una conclusion, pero muchas veces estamos muy equivocados en las conclusiones que sacamos, al igual que a los ojos de aquel que no nos dejaban de observar mientras nos encontrabamos en el piso, los dos acostados. En cualquier ojo se podia apreciar diferente situaciones, un pecado, una noche de passion, dos  personas amandose, un error, todo menos lo que en verdad sucedio, lo anhelado tanto por mi no paso, supe controlarme,  pero lo que no podia controlar era el cursor de la mirada de aquel individuo, se podia sentir como si fuese un investigador analizando una escena de crimen, un adolecente viendo pornografia por primera vez, una chica admirando a su enamorado desvestirse, la presion de esos ojos me inquietaban entonces decidi subir la cabeza, subia la mirada como si hubiese sido condenada a la guillotina y hoy seria mi juicio, queria ver quien seria mi ejecutor antes de cortarme la cabeza.

-Disculpa por interrumpir, los dejo- Exclamo el joven Irvin, cuando se retiraba- Con una sonrisa entre los dientes.

-Joven, vuelva, no es lo que usted piensas, es que su amigo......- Como si supiera lo que el pensaba, saque conclusiones prematuramente pero aun asi me alegro de que el nos viera y no otra persona.

-Descuida hermana no dire nada-

-Es que en verdad, no es nada de lo que usted cree, dejeme explicarle todo- Me ayudo a levantar al Joven Donattelo, sali para la sala, el termino de desvestirlo y ponerlo en cama, despues salio en la sala, empeze a explicarle todo lo que habia ocurrido, obvio, escondiendo algunos detalles privados.

-En verdad si, el es un cabeza dura, nunca me oye, siempre queriendo ayudando a las personas, descuida le ire a preparar una sopa, se repondra pronto- Despues de esas palabras de el, decidi marcharme ya que se me hacia tarde para ir a dormir, habia perdido la cena, pero eso era lo menos que me importaba, lo deje preparandole la sopa al joven Donattelo, me retire a mis aposentos, pensando que todo habia terminado, que mi tio se habia marchado. 

Por el camino me encontre a varias hermanas que decian que estaban preocupadas por mi, me estaban buscando no me encontraban, que Sor Andrys y mi tio andan preocupados ya que no sabian nada sobre mi paradero, que deberia de ir a la oficina de la Sor para reportar que estoy bien, notificar en donde estaba. Fui directo para la oficina de la Sor, ni termine de abrir las puertas, mi tio se lanzo a abrazarme , me dijo que no volviera a hacer eso de nuevo que estaba preocupado, la Sor me ataco con preguntas como si fuese una detecive y yo un criminal, ni me dejaba pensar para razonar y no cometer ningun error al decir la verdad tampoco cometer el pecado al decir una mentira.

-Donde esta el joven Donattello? Ya que lo mandamos a buscarla y al igual que usted hermana no volvio a aparecer, se puede saber donde usted estaba a estas horas? Y sus obligaciones de hermana de hoy las hizo? Nadie hara su trabajo, porque es hija de un millonario no indica d eque esta libre de deberes, contesteme por la sangre de nuestro señor Jesucristo-

-Basta Sor, no es tiempo de agobiarla con tanta preguntas, deje de atacar, ella debe de decansar, ha pasado un dia muy agitada-

-Usted pretende de despojarme de mi poder y a ella de sus oficios-

-De la misma manera que pienso despojarla de los fondos Nicoles, si me sigue hablando con ese tono Madre- El asunto se estaba poniendo un poco embarazoso entre ellos dos, decidi calmarlos para que no ocurriera nada malo.

-Sor Andrys, le prometo que mañana mismo me pongo al dia con mis trabajos, se lo prometo, tio no hay necesidad de discusiones, son mis obligaciones, la Sor solo me esta guiando por el buen camino del Señor-

El jardinero y la monjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora