T R E S

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Zayn una vez que entró por ese portón, todo el mundo que él creía pequeño se hacia cada vez más grande. Todo su alrededor era completamente nuevo, las caras, los niños, los espacios. Era enorme, de maravillosos colores, sin embargo, su miedo no se iba, no había nadie quien lo haga sentir protegido, no estaban sus padres ¿Cómo podrá afrontar esto?

- papá 

Quería llorar, en sus ojitos se notaban y en la pequeña trompita que poco a poco aparecía en sus labios. Estaba triste, los extrañaba por más que los haya visto hace diez minutos.

El timbre sonó, haciéndolo brincar en su sitio. Junto con Zayn se encontraban varios niños de su misma edad , al igual que niñas, desde maestras y auxiliares, hasta el mismo director. Todos reunidos en el patio central del kínder. Esperaban las palabras del encargado, palabras que no entendió, ni prestó atención. 

 Cuando terminó, poco a poco veía como maestras agrupaban a los pequeños; cada una con veinte a su custodia. Zayn formaba parte del equipo número cinco junto con una mujer no muy vieja. De vista era agradable, mas a Zayn le dio una desconfianza total.

El llamado de esta hizo que todos los pequeños formen una fila grande, sosteniéndose de los hombros del compañero de adelante para no separarse, por orden de la profesora. Una vez dentro del salón, cada uno se colocó en un asiento, Zayn se posicionó en una de las últimas, alejado completamente de los demás. 

Empezando la clase, se presentaron, decían su nombre, edad y alguno que otro dato que quisieran compartir. Cuando llegó el turno de Zayn, dudo mucho ante la idea de pararse en frente y hablar, así que se negó.

- Vamos bebé, no seas tímido - dijo la maestra. "Bebé", así lo llama su papi Harry. 

Volvió a negarse

- Ven - dice con calma aquella, acercándose con tranquilidad y colocando su mano hacia adelante para que Zayn la cogiera. Más no lo hizo.

- No tengas miedo - Sus ojos estaban llorosos, observó a todos lados, encontrándose con las miradas pertenecientes a sus compañeros. Dirigió su vista hasta la profesora de nuevo, abrazando con fuerza su pequeña mochila.

Quería irse.

- No te haré daño pequeño - Sonríe, poniéndose de cuclillas frente a él - ¿Cómo te llamas? 

- Zayn - susurra.

- Bien Zayn ¿Cuántos años tienes?

- asi - su pequeña mano mostró todos los dedos dando a entender el número cinco.

- ¡¿Cinco?! - dramatizo - Eres un niño muy grande Zayn.

Asiente el pequeño

- ¿Y qué te gusta hacer?

- pintar - poco a poco el pequeño se fue soltando, aunque de su mente no se iban las ganas de irse con sus papás. A pesar de que la maestra le propuso hacer ello, aún tenia temor, le agradaba la idea de poder hacer lo que le gusta, por ese lado, el lugar no parecía tan malo, además, seria solo hasta la salida, papá Louis y papi Harry vendrán. Confiaba en ellos.

- - - -

Sus padres ya estaban en casa, se habían mantenido algo ocupados en algunas cosas y con ello la promesa que Louis no olvidaba.

Justamente aquellos se encuentran en momentos los cuales se prefiere no narrar, una intimidad de ambos y privacidad en la habitación. Y ¿Qué mejor sin su hijo en casa?. Habían durado largo rato, sus ganas despues de varios meses se mostró apenas entraron a la habitación. 

Terminando la jornada, ambos se dirigen hasta la sala, uno va a la cocina, mientras que el otro se mantiene en el sillón, tratando de tomar todas las prendas que dejaron tiradas.

- ¿Te has dado cuenta que ha pasado bastante tiempo desde que lo hicimos? - ríe Louis - Es increíble

Harry responde desde la cocina - creo desde hace dos meses - da una risa suave.

- Con Zayn aquí es difícil

- Mucho, a pesar de que duerme casi todo el día 

Harry sale de la cocina trayendo su vaso con agua, se sienta al costado de su pareja. 

- Se hizo esperar, pero estuvo increíble. 

Asiente abrazando a Harry - demasiado

 Louis adora a su pareja, adora a Harry. Lo que le gusta es simplemente cuidarlo, ama cada aspecto de él. Desde lo detallista que es en cualquier cosa que haga. Simplemente lo ama.

Lo conoció hace años en un momento totalmente vergonzoso y en el lugar menos pensado, ¿Quién hubiera imaginado que aquel joven de peinado raro seria la pareja que tendría toda la vida? Era maravilloso, cada día y anécdota juntos siempre las añora. Y estos momentos en la intimidad no son la excepción. Le gusta verlo asi, le gusta el control en estas situaciones. Ama ver a Harry totalmente rojo despues de ello, adora sentir lo tibio de cada abrazo cuando finaliza, no podría pedir más, su vida era perfecta.

- Basta Louis - ríe parándose y alejándose de él, despues de recibir algunas caricias juguetonas.

- ¿Y qué si no quiero? - rodea el sillón para acercarse.

- Louis - alarga su nombre cruzando los brazos.

- ¿Crees que me das miedo? Al contrario, me dan ganas de comerte a besos.

Lo acercó con fuerza contra su pecho, abrazándolo de nuevo y sentir lo tibio de su toque.

- Eres insaciable 

- Aún así me amas 

Ríe Harry - Eso es cierto

- ¿Mucho mucho cariño?

Asiente - Mucho mucho mi amor

- Yo tambien... 

Familia (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora