Capitulo IX

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Capitulo IX

El plazo indefinido ahora tenía fecha de vencimiento. A pesar de que sabía que su estancia en ese lugar solo temporal el saber que en tan solo un mes dejaría de formar parte de la vida de Karin hacia que su estómago se contrajera. Tan solo en treinta días tendría que volver a su antigua vida. Al principio; cuando había aceptado aquel contrato, había planeado que al terminar con todo aquello continuaría con sus estudios, solicitaría una beca para no tener que preocuparse por los gastos de la colegiatura. Pero ahora pensar en un futuro sin aquel pequeño ser que ella había ayudado a formar se le hacía imposible.

No había podido dormir en toda la noche, había salido incontables veces de su habitación para ver a la pequeña dormir plácidamente. Se recostó en el asiento que estaba cerca de su cuna. El verla mientras dormía le transmitía una especie de paz y tranquilidad, la cual restauraba todas las inquietudes que podría tener. No se preocuparía por el futuro; trataría de disfrutar hasta el último momento que le quedaba junto a su bebé. Y sin darse cuenta sus ojos se sumergieron en un profundo sueño.

Sesshoumaru abrió la puerta de la habitación infantil, deteniéndose en el umbral de la puerta al ver a Kagome junto a la cuna. Por un momento creyó que se encontraba despierta pero cuando la vio acomodar la cabeza con los ojos cerrados se acercó en silencio. Tenía las piernas levemente encogidas en una posición muy poco cómoda mientras que todo su largo cabello se esparcía a su alrededor, vestía el mismo camisón blanco con el que la había visto apenas unas horas atrás. El cuello del camisón se le había hecho a un lado dejando al descubierto parte de su hombro y el nacimiento de sus senos, no pudo evitar posar sus ojos en aquella piel nívea. Mientras sentía como su pulso se aceleraba levemente. Se maldijo por dentro. Era un hombre no un puberto que se emocionaba por ver a una mujer, sin importar lo hermosa que esta fuera. Pero su cuerpo parecía reaccionar fuera de sus órdenes.

Tenía que recordarse que se había metido en todo ese lio con el fin de que ninguna mujer pudiera tener control sobre él. El pensar en tener un hijo con cualquier mujer hacia que se replanteara sus deseos de ser padre. No es que no quisiera tener descendencia, pero pensar en casarse con una mujer que convirtiera a su hijo en objeto de su codicia, mientras le diera el acceso a una buena cuenta financiera. No, aquello era algo de lo que nunca desearía pasar. Haber pagado a una mujer que le diera lo que deseaba había sido lo mejor, pero no contaba con lo que había tenido que pasar por culpa de aquella mujer que dormía tranquilamente.

Cuando la había tenido en su oficina exigiendo lo doble de lo que él estaba dispuesto a pagar, estaba convencido de que a pesar de su rostro inocente no era nada diferente a cualquier mujer fría y sin corazón. Conocía de ante mano las ambiciones de aquel tipo de mujeres. Cuando había huido con su hijo; lo había tomado como un secuestro, espero recibir alguna llamada exigiendo dinero, pero nunca llego. A pesar de que Karin era producto de un contrato en vez de una relación basada en amor. Kagome parecía amar a la pequeña. Había visto a través de sus ojos autentico miedo y preocupación al ver a la pequeña sufriendo.

No debía de desearla, ¡Pero por todos los dioses! No podía dejar de hacerlo. Sus ojos recorrieron aquel rostro femenino tenía unas largas pestañas oscuras que por suerte Karin había heredado, se detuvo en aquellos labios entre abiertos que parecían invitarlo a probarlos. Se preguntó que, si solo pudiera hacerlo una sola vez quizás se daría cuenta de que no era nada especial a cualquier otra mujer. Tal vez era solo era la apariencia de un fruto maduro y al probarlo se daría cuenta que carecía de dulzor.

Le había dado un lapso de un mes para que se apartara de sus vidas para siempre. Tiempo suficiente para que su hija se acostumbrara a su nuevo hogar, a pesar de pequeños había visto avances en la relación con la menor. Después de ese mes, estaba decidido a que el recuerdo de aquella mujer solo fuera una imagen lejana al pasar de los meses. Karin era demasiado pequeña y se olvidaría pronto de su madre.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2016 ⏰

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