- ¿Qué?
- Bésame – repetí con seguridad
- No – respondió fríamente – Estás con alcohol y drogada ______, no haré esto mientras estés en esas condiciones
- Por favor Luke. Sabes que tu también quieres – Las drogas de ayer claramente aún surgían efecto, es decir, Lukey es mi mejor amigo. Nunca haría algo así y estaba completamente clara de lo que le pedía, pero lo necesitaba, mis labios pedían a gritos los suyos y mi organismo contaminado no me dejaba pensar con claridad en lo que hacía exactamente.
- Lo quiero – admitió – pero luego no te acordarás de nada y no quiero eso – bajó su mirada y me soltó, algo que yo no esperaba
- Quizás así sea mejor – opiné mientras me acercaba a él, levante su cabeza haciendo que su mirada se encontrara con la mía – Sólo una vez – susurré seductoramente
- ______ No puedo, sabes que no es correcto – intentó alejarse más de mí, pero el respaldo de la cama se lo impidió. Al no encontrar salida se paró del mueble y se fue hacia el otro lado de la habitación, rápidamente me acerqué a él y lo abracé por la cintura – No me hagas esto – pidió – Si sigues no podré aguantar, por favor
- Eso es lo que quiero – sentencié en un fino susurro seductor junto a su oreja. No sé cómo ocurrió, pero en cosa de segundos los labios de Luke se encontraban sobre los míos, saboreándolos con pasión.
Le mordí suavemente su labio inferior para luego atrapar sus labios en un tierno beso. Abrí un poco mi boca para dejar que su lengua explorara sin problema. A pasos inseguros me llevó hacia la cama haciendo que me sentara en ella. ¿Nuestro beso? Se había convertido en un campo de batalla de nuestras lenguas dónde sabíamos que ninguna ganaría pero de todas formas seguimos. Era notorio que ninguno quería acabar esa unión, pero lo tuvimos que hacer por falta de aire
- Eres hermosa – murmuró cuando recuperó la respiración. No tuve tiempo de contestar su halago ya que tomó mis labios en otro beso, el cual tomó pasión a cada paso. Me recostó lentamente en la cama, el sobre mí con un brazo a mi lado para no dejarme aplastaba. Las caricias comenzaban y cada vez se hacían más salvajes, en un impulso hice que nos giráramos dejándome a mí arriba de él. Comencé lentamente a levantar su camisa cuando...
- No – paró en seco – basta, sal – ordenó y en un suspiro obedecí – Esto está mal – Se agarró su cabello rubio y se paró – Sabes que está mal ______
- Lo siento luke – pedí – es sólo que…
- Oh vamos, esto fue ¿sí? No lo volveremos a recordar nunca – remarco la última palabra dejándome en claro que esto no significó nada para él. Y tampoco para mí, yo amaba a calum y era todo lo que tenía en mi mente en estos momentos o eso creia.
