Llegué a mi casa exhausta por la salida hoy con los chicos, iba entrando por el ventanal trasero cuando una voz casi me mata del susto
- Tenemos que hablar – sentenció la voz de Luke
- si vas a asustarme de esa manera, no – respondí fríamente.
- Tienes que ir a un psiquiátrico ______
- ¿Para qué? – Pregunté alarmada, yo no estaba loca - ¡No estoy loca! Ni enferma, un poco rara puedo ser ¡pero nada más! – comenté defendiendome
- Volviste a esa vida, y ya no hay un Calum Hood para que te haga salir de esa mierda – recordó dejándome sin argumentos en su contra. – La única manera de curarte es ir a un psiquiátrico. ¿Qué dices?
- Que si sigo siendo la loca ______ Quizás Calum vuelva, yo no iré a ningún psiquiátrico
- ¿Y dices no estar loca?, quieres estar mal para que un tarado de mierda vuelva a ti. ¡Reacciona! – Dijo alzando la voz
- ¡Lo que sucede es que me quieres encerrada para no poder follar con nadie y que no te de celos! – grité de igual manera o más fuerte que el
- Me preocupo por ti. El hecho de que esté o no celoso es otra cosa, pero me preocupo por tu salud, no estás bien.
- ¿Desde cuándo te importa como estoy? – pregunté con repugnancia
- Desde siempre, ¿y sabes? Mucho más desde ese beso, ¡ese maldito beso el cual no dejo de pensar!
- ¡Basta Luke! No iré a ningún lugar y es mi última palabra – me giré para entrar a mi casa cuando su fuerte mano tomó mi cintura girándome hacia él y logrando que nuestros labios se juntaran formando un beso, no un beso apasionado. Un tierno beso, el cual mostraba la preocupación que tenía por mí. Seguí el beso hasta que nos separamos, cuando lo hicimos juntó nuestras frentes y besó mi nariz
- Te quiero mucho, y nunca haría algo para dañarte, es mejor para ti – confesó
- Lo lamento Luke, no quiero. Espero que me entiendas – me acerqué nuevamente a sus labios para formar otro beso, tomé su nuca para apegarlo más a mí. Nuestras lenguas se movían al compás de nuestros labios, los cuales hacían un beso tranquilo. Tomó suavemente mi cintura y juntos entramos a mi casa. – Hazme un favor Luke, y te prometo que dejo que me lleves a un doctor.
- Dije que no confío en tus promesas – murmuró en mis labios haciendo que una vibración recorriera mi cuerpo
- ¿Me harías ese favor? – repetí de la misma forma que él
- ¿Qué cosa? – y me volvió a besar, lo separé un momento y lo miré a los ojos
- Hazme el amor – pedí y uní nuestros labios nuevamente
- Eso no se pide querida – y me llevó a mi habitación.
Me recostó suavemente y comenzó a desvestirme. Hice lo mismo con él y cuando estuvimos completamente desnudos sacó un preservativo y se lo colocó. Me miró a los ojos buscando mi afirmación a lo que estábamos a punto de hacer y yo solo asentí, entregándome completamente a él y pasando una de las mejores noches de mi vida. Donde en mi interior se crearon nuevos sentimientos y revivieron algunos viejos, los cuales no sentía hace bastante tiempo y fue en ese momento cuando sentí que no necesitaba a Calum para poder vivir.
