- Qué si él te… ¿Engañaba? – cuestionó, sólo asentí – No… Yo no lo sé. Deberías preguntárselo a el
- Claro, ya que terminamos de tan buena manera – ironicé
- Cuéntame
- Hace unos minutos tu amigo me llamó y comenzó a decirme cosas, ya sabes las típicas cosas que se dicen antes de terminar. Luego… Me trató como basura, Luke, cómo si yo fuera lo peor de la vida, cómo si hubiese sido el mayor error que cometió. – Y sin más comencé a llorar de nuevo, pero eso no me detendría, tenía que desahogarme – Dijo que no le interesaba nada de mí, que nunca me quiso. ¡Que todo era mentira! – Exclamé – Que no vivió el “amor” conmigo. Esto es… mierda, Luke. Me siento del asco.
- No te sientas así, quizás el sólo…
- ¿Sólo qué? ¿Se confundió? Vamos, no me diría eso, lo sabes – aseguré y noté como bajó la mirada dándome la razón.
Luke continuo abrazándome y sin querer apretó mi brazo
- mierda – murmuré esperando que no lo notara, pero claramente lo hizo
- ¿Qué mier…? – E intentó levantar la manga de mi suéter.
- Suelta Luke – pedí
- Dame tu brazo
-Luke basta
- ¡Dame tu brazo ______! – repitió en un grito. Di un pequeño salto y resignada le extendí mi brazo. Con miedo en sus ojos levantó la manga y al encontrarse con los cortes me miró aterrado - ¿Qué hiciste? – murmuró con horror. Se alejó de mí parándose junto a mi cama - ¡Volviste a hacerlo! – me gritó
-Luke, despertarás a todos, cálmate – me arrodillé en la cama intentado calmar a mi amigo
- ¡Qué se calmen las bolas! – Chilló - ¡Prometiste no volver a hacerlo ______! – recordó. – ¡Me prometiste que dejarías de hacer tal estupidez!
-Luke yo…
- Me decepcionaste – comentó mirando el suelo, y esas 2 palabras me destruyeron totalmente – Tú… Prometiste por todo no volver a hacerlo. – Levantó la mirada para encontrarse con la mía la cual estaba hecha mierda - ¿Por qué? – preguntó y noté como sus ojos se empañaban y las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
- Lo lamento yo… No sabía lo que hacía – confesé
- Pero lo hiciste
- No me hagas sentir peor – pedí
- No es eso, es sólo que… Dejas que ese tarado te haga daño
- Es tu amigo – recordé
- Es un tarado igual. Ese es el punto, te hiciste ver débil e hiciste esa… - miró mi brazo el cual escondí rápidamente detrás de mi espalda – eso – terminó - No debiste hacerlo – Se acercó nuevamente hacia mí y me abrazó – Para eso estoy yo ______, no es necesario que hagas estupideces si me tienes a mí para conversar, a cualquier hora y en cualquier lugar. Sabes que tomaría el primer avión para llegar a dónde estés si me necesitas
- Muchas gracias, eres un gran amigo – Tomé su mano la cual temblaba – perdóname por favor– pedí
- No tienes por qué disculparte conmigo, hazlo contigo misma ______
- Rompí una promesa, Luke – recordé
- ¿Y? ¿Es el fin del mundo? – cuestionó. Por esas razones era mi mejor amigo. Siempre lograba encontrar el lado bueno a las cosas, y me ayudaba de una manera que ni siquiera Calum podía – Te quiero pequeña, te quiero mucho
- Yo también te quiero, Luke – confesé y noté como mis mejillas se ruborizaban ligeramente, al notarlo él rio.
- Eres tierna – apretó mis mejillas moviéndolas bruscamente
- Basta, me lastimas – Advertí riendo y rápidamente me soltó – Luke, por favor respóndeme eso.
- ¿Qué cosa? – preguntó con notoria confusión
- Calum… él… ¿Tenía a otra chica?
