capítulo 22

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—Estuve con ella anoche, ¿comprendes? —Jos apretó los labios— Así que ya sabes qué vine a pedirte. —Jos lo miró— Por favor, Jos, dime que todo está bien.

—No puedo... Alon, sólo no puedo. Lo lamento, la amo maldición. Lo siento. Joder, la amo.

—No podemos compartirla —Ambos dejaron de verse para mirar el piso. Jos soltó el aire por la boca.

—¡Jos!¡Jos!¡Alonso! —ambos salieron del barco y caminaron afuera. Gus estaba junto a Bea— Bien, ahí están. ¿qué pasó? —Jos y Alonso entrecruzaron miradas— diría que está vivo —dijo Gus mirando el cuerpo inconsciente del papá de Jos.

—Bien —dijo Bea.

—¿No deberíamos atarlo? —preguntó Alonso.

—No lo sé —se encogió de hombros Jos

—No, con un golpe así, no deberíamos cortarle la circulación. De acuerdo, luego veremos que hacer —Gus caminó y sacó los típicos chalecos salvavidas que hay en todos los barcos— Todos abríguense

—¿Gus?¿Qué estás haciendo? —dijo Alonso sosteniendo el chaleco que le extendía Gus.

—Nos vamos a casa —repuso serio. Todos salieron, ya tenían los chalecos. Jos corrió y empezó a quitar una de las cuerdas que sostenían el barco unido al muelle. Alonso desamarró la otra y suspiró.

—No podemos robar el barco, es ridículo —dijo él.

—17 años de regalos de Navidad sirven de algo en este momento —le dijo Gus— Jos, arranca el motor. Debemos apresurarnos.

—¿Por qué? —Alonso frunció el ceño.

—Demasiado tarde —dijo Gus— ¡mira!

—¡Hey! —Jos, Alonso y Bea voltearon hacia el puente— ¡Fuera de mi bote!¡Hey! —corrían el padre –dueño del bar– y Dean.

—¡Suban al bote! —Gritó Gus, Bea se sentó en la corneta, Jos y Alonso subieron— ¡Arranquen el motor!¡Apresúrate! —Jos encendió el motor y Gus empujó el barco para darle una dirección. El motor se apagó y Jos frunció el ceño, menuda chatarra.

—Gus, ayúdalo,¿sí? —le dijo Alonso subiendo las cuerdas. Gus se acercó a Jos.

—¡Idiotas! —gritó el hombre, ya estaban cerca.

El motor encendió, Jos sonrió al mirar el rostro enojado de Dean. Se alejaron del muelle, empezando a navegar. Bea sonrió al mirar como aquellos idiotas maldecían y se enojaban porque no los alcanzaron.

Jos rió, e hizo una señal con su mano de que se jodieran. Alonso suspiró. Y Gus estaba sonriendo mientras conducía el bote. Dean se le quedó mirando a Jos con cara de pocos amigos, Jos sonrió en burla y le lanzo un beso. Imitándolo.

—Idiotas —murmuró Alonso sonriendo. La sonrisa se borró cuando el padre de Jos salió de adentro del barco.

—De acuerdo, malditos idiotas —les dijo. Miró a todos y luego miró el muelle. Sonrió— ¡Vayanse al diablo! —les gritó— ¡Soy Invencible!¡Soy José!—gritó y extendió sus brazos en victoria. Miró a Jos— Ven aquí, ¡sabía que no me defraudarías, hijo! —lo tomó del cuello y lo abrazó. Alonso y Gus entrecruzaron miradas. Bea negó con la cabeza— ¡Yo soy Jos! —gritó feliz el hombre y soltó a Jos— ¡Idiotas!

—No. Yo soy Jos —le dijo Jos. Él hombre miró a su hijo. Jos lo empujó y el hombre cayó del barco, al agua— ¡Maldito!¡Vete al diablo! —el barco avanzó y miraron que el hombre salía a la superficie, nadando— ¡Maldito! —Alonso palmeó la espalda de Jos, como diciendo, muy bien hecho. Jos sonrió y lo abrazó.

*

Bea miró a Alonso, él sonrió y ella también. Jos salió del barco con cervezas, Gus negó, siguió conduciendo el bote. Alonso sí y bebió y Bea también. Jos abrió su bote y bebió, Alonso movió la cabeza, indicándole que se sentará a su lado.

Jos se sentó entre él y Bea, Alonso le tendió su bote y Jos chocó el suyo con el de él. Gus sonrió, miró Bea. Bea también sonrió. Miró a Jos y Alonso, ellos la miraban, dejó de sonreír. ¿Cómo pudo destruir una amistad como esa?

Jos miró a Alonso y él le devolvió la mirada.
—Entonces... ¿qué hacemos ahora?

Fin

Heart Breaker || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora