ii. Y estoy solo.

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Después de sucumbir ante las artes oscuras y ser condenado al exilio, Zed experimenta la desesperación que conlleva su traición. Narrado desde la perspectiva de Zed después de haber sido expulsado por el padre de Shen.


Estaba asustado. Aterrorizado.


Tanto.


Y su corazón estaba roto, destrozado.


"¿Por qué no me detuviste?"


"¿Por qué me dejaste partir?"


"¿¡POR QUÉ ME ABANDONASTE!?"


Un grito de rabia rompió el silencio del templo y esparció el eco a través de los rincones de cada habitación. Ya no había palabras para describir ese dolor que le impedía respirar y que lo hacía jadear cada vez que intentaba suprimir un nuevo sollozo.


Jamás se había sentido tan miserable.


Zed se agazapó en uno de los rincones de la construcción abandonada y continuó llorando. Su cara estaba empapada y su cuerpo se consumía en estremecimientos. No podía dejar de pensar en él, en Shen, en cuánto había deseado verlo correr hacia él e interceder en la decisión de su padre.


Shen era su hermano. Era su obligación cuidarlo, apoyarlo, seguirlo...


Entonces, ¿por qué...? ¿Por qué le había dado la espalda?


En un instante, la tristeza se volvió un arrebato de rabia y, con esa furia bombeando en sus venas, Zed arremetió contra la pared cercana de un puñetazo.


Los muros cimbraron ante el impacto, y un instante después un riachuelo carmín brotó desde sus nudillos.


"Te necesito, te necesito tanto..."


"Por favor, Shen..."


Se sentía tan solo. Y no había más crudo que la soledad.


Abrazó su propio cuerpo y cerró los ojos por un momento. Y, mientras intentaba detener el temblor de sus extremidades, imaginó a Shen.


Eso era lo único que necesitaba. Lo único que quería...


A su hermano. Pero ya no podía volver a casa.

Hey unloving, I will love you { LOL Yaoi Shen x Zed }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora