Parte 31

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Anahí.

Invité a Dulce a quedarse un rato más, por si quería ver el partido. Y aceptó de inmediato, pero no precisamente por el clásico.

Luego de estar 1 hora en la habitación contandole todo -o casi todo- a Dul, hasta ella había olvidado el tema de Kuno, sus preguntas se enfocaron en Poncho y en como me hacía derretir en la cama.

-¡Amiga, es tu alma gemela!

-Dulce, somos hermanastros.

-¿Y eso qué? No tienen la misma sangre, así que no le veo nada de malo.

-Bueno, yo tampoco, pero nuestros padres no van a pensar igual, al menos mi madre. Por eso si tenemos una aventura, es a escondidas.

-Si, Tysha siempre ha sido un poco chapada a la antigua, pero si está Poncho aquí es porque le tiene cariño ¿no?

-Precisamente por eso Dul, Poncho no quiere romper con la confianza que mamá ha puesto sobre él. Además, me dijo muy claro que no podía ofrecerme más que su cama -bajé la mirada.

-Y tú quieres más que eso. -alcé la mirada rápidamente al oír eso de boca de mi amiga.

-¡Oh, no Dul, no! Yo acabo de salir de una relación de tres años hace unas pocas horas, en lo menos que pienso es en eso, creeme.

Dulce asintió, entendiendo. Pero no muy convencida.

***


Me senté junto a Poncho en el cómodo sofá, metiéndome debajo de la colcha en la que él también estaba, preparada para gritos, guerras y comentarios sobre futbol. Ya el segundo tiempo estaba por comenzar y no había goles para ninguno de los dos equipos.

Vi a Dul en el sillón pequeño con su mirada fija en la razón por la cual aceptó quedarse. Christopher hablaba por el móvil justo frente a ella, en el otro sillón, parecía muy concentrado en su llamada.

-Supongo que tu amiga ya sabe. -me susurró Pocho.

-Si ¿y el tuyo?

-No -tomó de su cerveza.

-¿No? ¿Por qué?

-No se dio el momento.

-Mmm y he de suponer que debo estar alejada -me levanté un poco para correrme hacia el otro extremo, no muy segura de lo que quería.

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Poncho.

¿Quería que se mantuviera alejada con Christopher aquí? No, a decir verdad. Pero tampoco quería que Christopher se diera cuenta si a Anahí le provocaba besarme a mitad del segundo tiempo.

-No tanto -le dije y le guiñé un ojo. Vi en sus ojos indecisión, como preguntándose que quería decir con eso. Yo tampoco sabía.

El segundo tiempo comenzó y Christopher le cortó la llamada a Natalia, su novia, y sonrió al ver a Anahí.

-Que bueno que se nos unen.

Apreté los puños ¿por que siempre me la ponía difícil? ¿por que tuvo que atraerle Anahí desde que la vio?

***

-Ufff, Poncho. Dime que no estoy muerto porque acabo de ver a un Ángel de ojos azules. -me dijo aún en la entrada a penas las chicas desaparecieron escaleras arriba. Sabía que se trataba de Anahí, juré haber visto baba caer de su boca cuando la presenté.

-¿Natalia no tiene los ojos verdes? -pregunté, para desviar el tema.

-Si, y muy lindos pero.. por el amor de Dios, Poncho ¿por que no me habías presentado a tu hermana antes?

Mi Hermanastro (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora