Capítulo 21

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Theo se encuentra a mi lado. Su cabello castaño claro y sus ojos verdes están de nuevo frente a mí. Él, ha levantado una ceja, mientras en su rostro se dibuja una brillante sonrisa. Esto es un milagro, incluso estamos en mi habitación, la de la casa de madera…

Ha sido solo un sueño. Aun así he abierto mis ojos y lo primero que veo es a Asher Woods. Su mirada de color miel está puesta en mí.

—¿Qué tanto me miras Asher? —le pregunto.

—¿Qué tanto soñabas, Anthony? —me responde con otra pregunta.

—Buenos días —digo, para cambiar de tema.

Decidí levantarme de la cama. Asher aún estaba sin camisa, y miraba hacia el tejado.

Mientras yo caminaba hacia la puerta, tropecé con una caja de Blossom Sparks, medio llena.

«Aquí van de nuevo los recuerdos sobre Theo» —pensé.

—Asher. ¿Sabes por qué está esa caja en el suelo?

—Oh sí, disculpa —replicó—. Mientras dormías profundamente, sentí demasiada hambre, y me tomé el atrevimiento de ir por algo a la cocina, espero no te molestes.

—No te preocupes, es solo un poco de cereal —dije con cierto aire de tristeza.

El olor a pan tostado, el jugo de naranja y el humo que emanaba del café, eran los protagonistas del desayuno sabatino.

Rowena y papá preparaban los huevos revueltos, mientras mi abuela y yo esperábamos en la mesa.

Asher optó por comer más cereal. Para ese momento me resultaba imposible no pensar en Theo al verlo.

«Sólo quiero que este desayuno acabe, que Asher se marche a su casa, solo así podré encerrarme en mi recámara por varias horas»

—Anthony.

—¿Qué sucede, Asher?

—¿Irás al evento de hoy en el campo Carmick?

—No —aseguré—. ¿Qué la parrillada no se celebra solo una vez al año?

—No me refiero a eso —replicó Asher.

—¿Entonces?

—Hoy habrá una feria de beneficencia, para quienes no han podido construir sus casas.

—Me parece genial —comenté—. Ojalá esa ayuda también llegue a tu familia.

—Eso espero, pero no iba a hablarte únicamente sobre la beneficencia —reveló—. En realidad me gustaría pedirte que vayas a la feria conmigo, así nos divertimos un rato en los juegos mecánicos. ¿Quieres ir?

Asher me estaba pidiendo que tuviese una cita con él. Yo no sabía qué responder, pues mi familia me miraba, quizá esperando que de mi boca saliese una respuesta.

—Por supuesto Asher —accedí—. Te acompañaré.

—¡Maravilloso! —exclamó—. Te espero a las dos de la tarde en la estatua del león primaveral. Por ahora,  será mejor que vaya a casa para prepararme. Sé que faltan muchas horas, pero quiero estar listo. Además mis padres y Tiffany deben estar preocupados por mí.

—No te preocupes, Asher. Toma el tiempo que necesites.

—Mil gracias, Anthony —dijo mientras acariciaba mi barbilla.

—¡Espera! —lo detuve.

—¿Qué sucede?

—¿Puedo acompañarte a tu casa? No sé, para estar contigo.

Volverá la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora