3. Tic Toc ... La zorra murio

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"Tic Toc, Tic Toc"

Las agujas del reloj era lo único que podía escuchar.

"Tic Toc, Tic Toc"

La voz grave y senil del anciano que hablaba, los murmullos, las disimuladas risas, todo, siendo obstruido por el incesante y ensordecedor sonido del reloj.

"Tic Toc, Tic Toc"

El profesor de matemáticas, explicaba un tema que no era de mi atención.

"Tic Toc, Tic Toc"

Mi concentración estaba en una sola cosa... en lo que veía.

"Tic Toc, Tic Toc"

Por más que quisiera, no podía apartar mi vista de la escena.

"Tic Toc, Tic Toc"

Esa zorra de rubios cabellos trenzados, abrazando posesivamente el brazo de mi ángel.

"Tic Toc, Tic Toc"

Las voces de mi cabeza, están comenzando a hablar, a gritar, a sollozar... a enloquecer.

"Tic Toc, Tic Toc"

Ella debe desaparecer, desaparecer, desaparecer, desaparecer, desaparecer.

"Tic Toc, Tic Toc"

De repente el timbre del receso para el almuerzo sonó, arrancándome de mis pensamientos. "Jack, préstame atención, Jack" Me levante de mi asiento, tome mis cosas y me dirigí hacia el pasillo, pero antes de poder pasar el umbral de la puerta, Hipo me llamo y por más que quisiese no pude ignorarlo "Jack sé que me estas escuchando, no te hagas el tonto"

Me voltee para mirarlo, que mala idea. Esa prostituta, seguía con él, tomándolo, poseyéndolo como si solo fuera suyo... que equivocada esta "¿Cuándo vas a hacer algo?" No quiero que Hipo, nos descubra... No ahora.

-Espérame, vamos a almorzar juntos como siempre ¿no?- Dijo mi ángel, con una dulce sonrisa. "Como lo prometieron. Que Dulce... Te estás ablandando Overland" Inconscientemente sonreí, solo el lograba darle luz a mi oscura alma.

-Claro. Después de todo, no puedo negarme a lo que me pidas- Dijo con una leve sonrisa, despeinándolo cariñosamente "Eres patético" Cállate, simplemente cállate.

-Ejem, chicos. ¿Acaso no se olvidan de alguien?- Si no fuera que en ese momento abrió su molesta boca, habría olvidado por completo de su existencia y capaz, solo en ese pequeño momento, lo habría olvidado todo. "Cuanto daría, por cortar esa blanquecina piel y teñir esa dorada cabellera del carmesí de su pútrida sangre" No tientes a la bestia, Frost "Yo soy la bestia, Overland" Claro.

-Perdón Astrid, pero es una promesa que hicimos Jack y yo. Siempre almorzamos juntos, solos nosotros dos sin nadie mas- Dijo fingiendo pena, su voz tenía un dejo de felicidad. Eso me alegro, solo un poco. "Son tan fáciles de leer... Ambos"

-Pero soy tu prometida y tienes que complacerme en todos mis caprichos. Así que por hoy harás una excepción y en vez de almorzar con el raro de tu amigo. Vas a almorzar conmigo- Dijo la rubia, la rabia corría por todo mi torrente sanguíneo. "Tranquilízate, no hagas nada estúpido"

Obsesión [Frostcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora