8. Por Él

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Solo pasaron una hora y media, desde que Jack fue arrestado y encerrado en esa diminuta habitación donde solo cabían una mesa de metal, junto con dos sillas en cada extremo.
Una hora y media, solo eso basto, para que la mentalidad de Jack explotara y las voces volvieran.

Tan desesperado

Tan asustado

Tan solo

Siendo insultado, siendo extocionado, siendo gritado, susurrado, sollozado, siendo poco a poco corrompido.

Volviendo a la oscuridad.

Los policías creyeron que era lo mejor y por ello Jack llevaba unas esposas que estaban encadenadas a la mesa. Sentado solo en ese pequeño lugar, se balanceaba de adelante hacia atrás, tratando de mantener la compostura, pero aquellas ruidosas voces lo enloquecían.

- ¿No te lo dije Jack?-

Su voz lo altero, sintió miedo, había pasado tanto tiempo sin escucharlo que creyó que había sido liberado de tal demonio.

-Te lo advertí. Pero jamas me escuchaste- Río sin gracia. Jack se estremeció, no por el echo de volver a escuchar a Frost, sino por verlo sentado en la otra silla. Lo miraba fijo, sonreía con cinismo y apoyo sus brazos en la mesa recostándose en ella.

- Esto sucede porque no me hiciste caso jack- Suspiro revolviéndose la azabache melena.

- N-no puede se-ser- Tartamudeó Jack.

- ¿Que no puede ser, Mmmh Jack? - Sonrió con superioridad, Jack se comenzó a alterar. Intento alejarse de ese monstruo, pero las esposas impedían que retrocediera mas.

- ¿Que sucede Jack? ... Acaso no te alegras de verme-

- N-no, ¡ALEJATE DE MI!- Grito alterado, Frost sonreía sastifecho, se levanto y con pasos tranquilos se acercó a Jack.

- ¿Alejarme ti?- Rio sin gracia - Te lo e estado repitiendo tanta veces, que ya perdí la cuenta- Golpeó la mesa con fuerza, se precipitó contra Jack, ahorcándolo en el proceso.

- Te advertí, te dije que debías eliminarlo- Gritaba furioso, mientras sus manos apretaban mas el cuello del albino - El era tu debilidad, tu perdición, solo era tan fácil como clavarle ¡Un maldito cuchillo en el cuello!- La única puerta de la pequeña habitación se abrió de golpe, de ella entraron 3 uniformados.

-¡Alto! Te estas matando- Grito desesperado uno, tratando de aflojar las cadenas que rodeaban el cuello de Jack.

- ¡Hay que cedarlo! - Grito otro, casi de inmediato otra persona entro y sin cuidado alguno, clavo con fuerza la jeringa en la clavícula de Jack. El espeso líquido empezó a recorrer todo el torrente sanguíneo del albino, haciendo flaquear sus brazos y provocando que su agarre se debilitara, liberando su cuello y dejando por fin que sus pulmones se llenaran de tan deseoso oxigeno.

Pero Jack no lo veía así, él en ningún momento pensó que era él mismo quien se estaba provocando tal daño.
Para él, era Frost, siempre Frost.

- Te volveré a decir. Y espero que esta vez entre en tu destruida cabeza- Dijo con el odio desbordando de su mirada -Yo soy tú, soy tú verdadero ser y él, ese maldito  castaño, es tu perdición ¡NO! Nuestra perdición. El nos destruirá- Y luego de eso, Jack se desmayó.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2017 ⏰

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