Lazos del Destino [B-Project: Kodou Ambitious]

2. El acelerado latir del corazón

Esa misma noche, apenas llegó a su casa, se dispuso a leer la carta que le había sido entregada por el joven de cabellera rosada. La abrió cuidadosamente, notando cada detalle que esta portaba. El contenido de la carta decía:
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                                                                                             12 de septiembre de 20??

Querido, Aizome-san.

No soy bueno escribiendo cartas, pero sentía la necesidad de realizar esta.

¿El motivo? Bueno, eso es más difícil de explicar.

Yo realmente estoy nervioso. Aun así, seré breve.

Usted me gusta.

¿Cree en el amor a primera vista?
Sé que suena gracioso...pero fue así como yo me enamoré de usted. Puede que el solo hecho de decir que mis sentimientos nacieron a simple vista sea una ofensa para usted. No obstante, es la realidad.

La primera vez que lo vi, fue en una cafetería, no muy lejos de donde trabajo.
Nuestro "encuentro" fue breve. Seguramente, no lo recuerda, pero desde entonces no pude olvidar su rostro de mi mente. Eso me causó mucho problemas, ya que no podía concentrarme en el trabajo.

Debo confesar que cuando comenzó a asistir a Kodou Ambitious y sólo pedía pasar la noche conmigo, era muy feliz con aquello. Sin embargo, a lo largo de este tiempo, mis sentimientos han crecido y no es algo que pueda ignorar respondiéndome con un simple "sólo te gusta".

Yo sé que soy muy torpe y no tan atractivo como mis demás compañeros, pero si tan solo me diera una oportunidad, me haría muy feliz.

En el caso que mis sentimientos sean unilaterales, por favor, olvide la existencia de esta carta.

Por último, tendré que ser un poco caprichoso y pedirle algo. ¿Podemos tener algún tipo de charla cuando estamos solos? Soy un buen conversador, pero por alguna razón, usted nunca me dirige una sola palabra y yo he optado por no molestarlo.
                                                                            Atte. Yuuta Ashu.
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Kento no sabía si llorar o reír.

Aunque, sin darse cuenta, ya había comenzado a llorar de felicidad. Al parecer, Yuuta se encontraba en la misma situación que él. Solo que el pelirosa había tenido las agallas para tomar la iniciativa.

¿Y ahora qué haría? No lo sabía con exactitud, pero por lo menos ya sabía algo muy importante: Le gustaba al pelirosa.

Con la cabeza más relajada, se fue a dormir. Mañana iría a ver a Yuuta y le respondería apropiadamente.

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En una casa, no muy lejos de la residencia de Kento, un peliblanco se removía en las sabanas. Por alguna extraña razón, no podía conciliar el sueño. Al parecer su cabeza estaba obstinada en recordarle el rostro de aquel muchacho de ojos amatistas y delgada estructura.

Sin darse cuenta, ya había amanecido y él no había podido pegar un ojo en toda la noche.

Fastidiado, tomó su celular para ver si tenía algún mensaje. Y estaba en lo correcto. En la pantalla de su celular podía ver una gran cantidad de mensajes del peliazul. Antes de que pudiera contestar, ya tenía una llamada entrante de su amigo. Sin mucho prisa, contesto la llamada.

—Hola, Kento.

—Buenos días, Tomohisa. ¿Podemos reunirnos? Necesito hablarte sobre algo muy importante.