No sabe bien cuánto duro el viaje, puesto que su cabeza se había concentrado en mantener la vista en el piso. Sólo sabe que su recorrido había llegado a su fin, ya que había sentido perfectamente cuando el auto dejo de avanzar y, seguido de eso, se detuvo el ruido del motor.
Todo estaba en completo silencio hasta que la voz del peliazul lo descolocó.
— ¿ Por qué..? —susurró.
Había escuchado claramente aquella pregunta, sin embargo, no había sido capaz de emitir ninguna palabra. Aún se sentía atemorizado.
— ¿Por qué? —volvió a preguntar, pero esta vez fue más audible.
El pelirosa no quería levantar la vista. Si lo hacía, debería enfrentar la dura mirada del peliazul y simplemente no podía con ello.
— Tu dijiste que yo te gustaba. Entonces, ¿por qué te encuentro saliendo con aquel hombre? — escupió con asco.
Y era nuevamente silencio su respuesta. Silencio que desesperaba al peliazul.
— ¡Responde! —exclamó, agarrando el brazo del menor, quien lo miro aterrado.
— Yo pensé que tu no correspondías mis sentimientos, que por esa razón dejaste de venir al burdel —contestó con voz levemente temblorosa.— Sé que estuvieron mal mis acciones, pero me sentía tan triste. Francamente, se podría decir que acepte salir con Miyagi-san sólo por despecho. Ni siquiera me siento cómodo cerca de él— sin darse cuenta, el pelirosa ya había comenzado a llorar—. Yo aún lo amo, Aizome-san. Yo entiendo si usted ahora me odia —el pelirosa no pudo terminar aquella oración, ya que sus labios fueron sellados con un beso.
Yuuta, al sentir los labios del mayor sobre los suyos, no pudo evitar llorar con más intensidad, aferrándose con desesperación al cuerpo del peliazul, como si se lo fueran a arrebatar.
Había estado anhelando tanto ese beso. Beso que había rondado por su cabeza desde la última vez que fue besado por el mayor, a quien, por desgracia, se había vuelto adicto.
El beso se volvió más demandante, exigiendo más oxígeno. Oxígeno el cual ellos ya no poseían, por lo cual, se vieron obligados a finalizar el beso, más no al contacto físico, manteniéndolos unidos un fuerte abrazo.
— Perdón, Yuuta.
El peliazul se disculpó por todo lo que le hizo al menor. Él, presa de sus celos, había actuado sin pensar, dañando a la persona que más quería de la cual se había enamorado desde la primera vez que lo vio.
— Te amo tanto —confesó, mirando atentamente cada expresión que aquellas palabras producían en el rostro del pelirosa.
Como respuesta de aquella confesión obtuvo un "Yo también te amo, Aizome-san".
Así, entre besos y caricias, se entregaron el uno al otro dentro de aquel auto que yacía en un estacionamiento vacío.
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Luego de aquello, el peliazul dejó al pelirosa en el edificio donde éste vivía, prometiéndole que volvería al día siguiente.
Posteriormente, condujo hasta su hogar, el cual no era menos que una majestuosa mansión ubicada en la zona más distinguida de Tokio.
Aparcó el auto e ingresó al hogar que compartía con sus padres.
Apenas cruzó el umbral del la puerta, escuchó la voz de su madre, quien le hablaba desde la extensa escalera.
— Hijo, ¿quieres explicarme por qué no contestabas mis llamadas? Además, la familia de la chica con la que tenías que salir hoy se contactó conmigo y me dijeron que no te presentaste a la cita, ¿qué dices en tu defensa?.
Su madre se veía realmente molesta. Y no era para menos, después de todo, aquella cita había sido planeada desde hace bastante tiempo.
— Lo siento. Apagué mi celular y olvide prenderlo —contestó tranquilamente, mientras se sacaba su chaqueta—. Con respecto a la cita, tuve algo más importante que hacer.
— ¿Qué era más importante que esa cita? —contestó, tratando de moderar su enojo.
— Por ahora no puedo decírtelo —confesó, mientras subía por las escaleras hasta llegar a la altura de su madre —. Pero tendrás que dejar de conseguirme esas citas, porque no estoy ni estaré interesado en ninguna joven que me presentes.
— ¿Por qué?
— Porque ya encontré a la persona que amo— susurró, pero fue lo suficientemente audible para su madre.
La progenitora del peliazul decidió no discutir más con su hijo, dejando que éste se retirara tranquilamente a sus aposentos.
Algo dentro de ella la mantenía intranquila. Sin duda, debería investigar más al respecto, pero dejaría aquello para mañana. Ahora se relajaría con un buen baño de flores aromatizadas.
Continuará...
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Lazos del Destino [B-Project: Kodou Ambitious]
Fiksi PenggemarA veces, el amor puede darse, incluso, en el lugar menos esperado como por ejemplo, un simple Burdel. Eso es lo que descubrirán estos jóvenes, además de que el amor puede venir acompañado de pequeños pedasitos de alegría. Parejas: -TomoRyu (Tomohis...