Notas de autora:
Hola a todos! este es mi primer fic de Saint Seiya. Como el 99% de los fics es Yaoi xD [Mu x Shaka] (o Shamu, el cual me causa mas gracia) y sera la única pareja porque esta situado después de la batalla de las 12 casas y antes de Asgard, donde varios dorados están muertos y los bronces andan básicamente en las mismas.
De antemano me disculpo si alguna cosa no es correcta pues soy nueva en el fandom y mire todo hecho bolas, primero vi Hades luego el torneo galáctico y las 12 casas y de ahí me brinque a SoG y lost canvas y a penas estoy viendo Asgard D:!
finalmente quiero agradecerles de antemano sus reviews, si hay algo que esta mal por favor no duden en decírmelo (cortesmente de preferencia) para corregirlo n_n
Bueno, enjoy!
...
INTRO
Llegue con muchas esperanzas, ideas y metas que cumplir a este lugar, tenia idealizado como sería mi recorrido y soñaba con verme vestido en esa brillante armadura por vez primera, cada día de duro entrenamiento valdría la pena al ser el orgulloso portador de la armadura de Aries.
En verdad no sabía mucho de mi pasado, ni nadie a ciencia cierta conocía mi origen, fui adoptado cuando llegó a oídos del Patriarca Shion que en un orfanatorio del Tíbet había un "niño demonio" porque al ser molestado o presionado pasaban cosas "maléficas" a su alrededor. Claro que para ellos el que explotaran las cosas o salieran volando sin razón no podía tener una explicación más lógica, cuando en realidad era mi psicoquinesis que a esa tierna edad no sabía dominar.
Cuando el patriarca decidió tomarme como su discípulo entendí que no debía detenerme a pensar en ello y ver hacia delante, el me ayudo a comprender que no era un demonio sino un digno representante de una raza que parecía haberse esfumado sin dejar rastro.
Desde niño fui de pocas palabras, realmente no encontraba caso en emplearlas a menos que fuera estrictamente necesario, prefería que mis acciones determinaran quien era yo, las palabras finalmente podría tragármelas cualquier día.
Y así siendo aun muy pequeño, a los 4 años para ser exacto, empezó mi entrenamiento como candidato a ser santo de Aries. El patriarca Shion, quien era gentil pero estricto en sus enseñanzas, se encargó absolutamente de todos mis asuntos, desde mostrarme como controlar mi cosmos hasta formar mi carácter y valores, al grado que lo llegue a considerar un padre. Es lamentable que jamás tenga oportunidad de devolverle lo mucho que hizo por mí...
Ahora, a mis veinte años, yo también cuento con un aprendiz. El es muy diferente a mí, y podría decirse que de pronto nuestro carácter choca mucho, sin embargo, lo quiero y agradezco a los Dioses tenerlo junto a mí...aunque pareciera que él no está muy complacido pues siempre se está escapando.
Yo a su edad ya era el santo de Aries...en fin, todo a su debido tiempo....
...
Ese día, el cielo parecía inusualmente nublado, había una quietud casi alarmante. Salí de mi templo más por curiosidad que por necesidad y pude sentir una suave brisa con olor a lluvia, anunciando que se avecinaba una tormenta. Sonreí ligeramente, en la cálida Grecia las tormentas eran realmente apreciadas, aunque algunos pudieran considerarlas un mal augurio.
Ese no era mi caso, yo estaba dispuesto a disfrutar esta calma, que para un santo de Atena parecía ser efímera.
Estaba inmerso en mis pensamientos cuando de pronto sentí un cosmos familiar aproximándose a la casa de Aries, a ese cosmos se sumaron varios más, lo cual me indicó que mis colegas llegarían pronto a mi templo.
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De Campamento
RomansaDespués de la batalla de las 12 casas la Diosa Athena decide que como sus caballeros de oro parecen estar muy desunidos los enviará a convivir juntos, pensando en las próximas batallas que tendrán que luchar, así que les ordena irse de campamento pa...