Los primeros rayos del sol entraron por la casa de campaña de los asiáticos, Mu parpadeó un par de veces al sentir la cálida luz tocar su rostro y cuando quiso apoyarse en el suelo para incorporarse, lo sintió inusualmente blando-¿Pero qué...?-cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, levantó la vista y miró el rostro de Shaka, quien seguía durmiendo. Al principio Mu no entendía muy bien como podía ver a Shaka desde ese ángulo, pero cuando volteó a ver donde estaba su mano y notó que estaba apoyándose en la pierna del rubio se levantó de golpe, con el rostro cubierto de un intenso carmesí.
-¡¿A qué hora paso esto?!-pensó Mu, cuando volteó a ver a Shaka notó que se había quedado dormido sentado –estoy muy seguro de que lo acosté...mas incógnitas en mi vida, cortesía de Shaka-el tibetano suspiró y se detuvo un momento a analizar la situación; eran pocos los escenarios que justificaban que hubiera despertado en el regazo del rubio, y todos le parecían igual de aterradores, pero siendo tan intuitivo como era, supuso que se había rodado dormido y Shaka prefirió no despertarlo. Sintió pena por el indio, que se había quedado toda la noche en esa posición sólo para no incomodarle, y con ese pensamiento salió de la casa de campaña.
Nadie se había levantado aún, como él junto con Aioria eran los únicos sobrios, supuso que los otros tres tardarían un tiempo en despertarse por su condición.
-Buen día, Mu-le saludo el caballero de Leo, mientras salía de su tienda tallándose un ojo.
-Buen día Aioria, ¿has dormido bien?-el lemuriano le sonrió a manera de saludo a su compañero, quien le devolvió la sonrisa.
-Más o menos, Milo no dejaba de patearme y los ronquidos de Aldebarán...estoy seguro que se escuchaban hasta el santuario, ¿tú has conseguido dormir Mu? ¿No tuviste ningún problema con Shaka?-Mu se ruborizó al recordar como se había despertado esa mañana, esperaba que si a alguien se le ocurría preguntarle al rubio como había estado su noche omitiera ese detalle-Si dormí bien, gracias-le contestó lo más rápido que pudo y así de rápido intento cambiar el tema-prepararé algo de té, siento que lo van a necesitar...
Poco después Mu entró a la casa de campaña con una taza de té caliente, Shaka ya se encontraba debidamente acostado, su largo cabello rubio estaba cubriéndole el rostro, Mu supuso que lo había hecho a propósito para taparse el sol y así poder dormir más y se le escapó una risilla, tan suavemente como pudo, llamó al rubio por su nombre para despertarlo-Shaka...te preparé un té-la nariz del mencionado caballero comenzó a moverse, absorbiendo el intenso y dulce aroma que emanaba de la taza, como pudo, se incorporó; no podía creerlo, era sin lugar a dudas ese té que tanto extrañaba. Uso todo su auto control para no arrebatárselo al tibetano de las manos y lo tomó haciendo gala de su usual elegancia-Gracias-apenas murmuró, sintiendo que su garganta estaba compuesta de la más áspera de las arenas, por lo cual el primer sorbo de ese té le supo aun más a gloria.
-Shaka, creo que te debo una disculpa-dicho esto Mu agachó la cabeza, Shaka, que estaba por darle otro sorbo a su té, lo miró y arqueó una ceja, pero no dijo nada, esperando que el ariano continuara-El día de ayer te llevé al límite con mi necedad, debí haber respetado desde un principio tu posición y no haberte orillado a decirme las cosas, me siento muy culpable por lo que pasaste, de nuevo, te pido perdones mi comportamiento.
-Mu...tu eres el que debe perdonarme-Shaka dejó la taza de té en el suelo- no hubieras tenido que hacer eso si yo desde un principio te hubiera resuelto tus dudas-el indio desvió la mirada-pero es que tu...no tienes idea, no habrá cosa en toda tu vida que puedas hacerme semejante a lo que yo te hice...-el caballero de virgo bajó la cabeza, no podía ver a Mu, pero podía sentir su mirada de desconcierto posándose sobre él.
-¿Lo que tú me hiciste? ¿Es por ello, que dejamos de hablarnos?-no hubo respuesta por parte del indio por lo que el lemuriano negó con la cabeza, notablemente molesto por su manera tan intrigosa de hablar-Te pido que no sigas confundiéndome Shaka, si no vas a decirme lo que ocurrió, lo mejor será que dejemos el tema por la paz y sigamos con nuestras vidas.

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De Campamento
RomanceDespués de la batalla de las 12 casas la Diosa Athena decide que como sus caballeros de oro parecen estar muy desunidos los enviará a convivir juntos, pensando en las próximas batallas que tendrán que luchar, así que les ordena irse de campamento pa...