Cinco chicas entran nuevas en el instituto Sweet Amoris tras haber sido expulsadas de su anterior instituto y obligadas a salir de la ciudad por diversos motivos...
Puede que físicamente no se parezcan pero todas tienen algo en común, algo que no de...
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ALICE
Insisto en ir yo sola a por el antídoto, Lux me deja a regañadientes y me acaricia la cabeza
-No te pierdas
-No lo haré
Suspira y me dedica una sonrisa tierna, pero yo doy media vuelta y salgo al pasillo. No es que sea una persona antipática, es simplemente que no puedo demostrar mis emociones así porque sí; A no ser que ocurra algo intenso para mí, no reacciono en absoluto. No puedo, simplemente no puedo. Por eso quizás me molesta ver a veces las sonrisas de los demás, porque es como si me estuvieran confirmando que soy un bicho raro.
Veo a Lara apoyada en la pared de enfrente, al lado de una puerta, con los brazos cruzados y la cabeza gacha. Me acerco a ella, está tarareando la misma nana que siempre
-¿Esperas a alguien?
Me mira sorprendida y deja de cantar, se relaja.
-Al delegado
-¿No vas a armar ninguna guerra, verdad?
Me esquiva la mirada.
-No...
-Lara –Le obligo a mirarme- Sé que todo esto es complicado para ti, pero lo que menos necesitamos es otro drama mas -Noto la dureza en mi voz y carraspeo
-Lo sé, Alice, y puedes creerme; No voy a hacer o decir nada a nadie, voy a ser completamente neutra con ellos... ¿Así está bien?-Su voz suena amarga
-No quería reprocharte nada...-Comienzo a decir
-Lo sé- Me interrumpe- Perdona... es que no sé cómo controlarme
Le pongo una mano en el brazo, ella me observa atenta
-¿Quieres que cambiemos de habitaciones? Yo duermo con Lux y Leo y tú con Nadiah y Nerea. Así podrías relajarte un poco...
Ella se ríe
-Gracias, Alice, pero no pasa nada –Me acaricia la mejilla con una mano y me planta un beso en la frente
Las campanas suenan de nuevo y el delegado sale de esa habitación, nos mira
-¿Queríais algo? Podríais haber entrado, no muerdo-Sonríe
-Ahm, sí, yo quería apuntarme al club de baloncesto pero estaba dudando-Responde Lara incómoda
-Si no te importa, mas tarde lo hablamos, ahora tenemos que volver a clase
-Claro
Ambos empiezan a andar, pero yo me quedo quieta. Lara me mira de reojo, pero a lo que el rubio se da cuenta de que no les estoy siguiendo, ya me he marchado.
Cruzo el patio en dirección a la puerta, miro hacia los lados antes de escalar la valla y me impulso hacia arriba. Con los brazos temblorosos consigo llegar a lo alto, yo no soy tan ágil como Lux y esto me cuesta; por eso no me sorprendo cuando al intentar bajar, mis dedos se resbalan y me caigo de espaldas a la calle. Cierro los ojos y espero el impacto... pero no llega, así que los abro lentamente.
