Corazón de Espinas (FanFic CDM)

CAPÍTULO 8.1

Lara

Observo desde la puerta del instituto como se alejan Lux y Nerea. Agradezco que me hayan invitado también pero no conozco casi a esa chica y, además, ha excluido a una de las compañeras de clase, Peggy... creo, no se las razones pero me da pena ver como la gente la evita.

Alguien me da un toque en el hombro y me giro en su dirección. Ante mi aparece una chica de tez oscura y pelo negro, he de admitir que me atrae... Joder me atrae mucho, no me había fijado antes en ella. Disipo los pensamientos que van fuera de lugar y le sonrío.

-Hola, ¿Te conozco?

-Hey, tía, vamos a la misma clase –Se ríe- Soy Kim, ¿Tu eres Lara, no?

-Sí, siento no saber quien eras-Río de vuelta- He empezado el curso totalmente distraída

-Ya somos dos, los estudios no son lo mío-Resopla

Bueno los estudios no fueron mi principal problema...

-¿Tú vas a la fiesta de Melody?- Le pregunto curiosa, si ella va puede que yo me anime...

-Qué va, tenía otros planes ya hechos y no los puedo cancelar, ¿Tú?

-Tampoco, no tengo nada en especial por hacer pero simplemente no me apetecía

-Eso es también especial, no puedes ir a un sitio sin ganas-Sonríe- ¿Te vas por este camino? –Me señala hacia mi derecha- Podemos volver juntas si quieres

-Claro

Caminamos juntas hasta que nuestros caminos se bifurcan, estuvimos charlando todo el tiempo, por alguna razón me sentí cómoda con ella desde el principio. Además creo que nuestras personalidades son parecidas, o al menos eso he sentido yo.

Ahora que lo recuerdo, el día que estuve en el recreo con Iris no sentí esta conexión, creo que de no ser por Castiel, ambas hubiéramos estado calladas. Iris es buena chica, pero no creo que vayamos a congeniar tanto. Y Castiel, bueno... no he vuelto a hablar con él desde lo de Ámber. ¿Cómo se le ocurre llamarme su novia delante de Lux? ¿Y por qué narices nos tuvimos que acostar? Quiero ser 100% lesbiana, los chicos me dan muchos problemas y las chicas son tan bonitas... Pero no, mis hormonas quieren ser bisexuales en contra de mi voluntad. Eso no es justo.

Justo como si hubiera leído mis pensamientos, a través de la pantalla de mi móvil aparece una llamada entrante del nalgas-planas. Dudo en contestar, al final dejo que suene hasta que se canse. He acabado de huir con Lux para huir de Castiel, ¿No seré yo una experta atleta? Porque siempre salgo corriendo.

Llego a casa y tiro la mochila por el pasillo al ritmo de un suspiro. Hoy no estará Lux en casa y eso me alegra por una parte, no estoy de humor para que mi corazón revolotee más. Creo que está convencida de que ya no estoy colada por ella, y puede que tenga algo de razón, pero aun así, no es algo que cambie de la noche a la mañana.

Entro al salón y veo a Alice sumergida en uno de sus libros de la Inglaterra del siglo XIX y le saludo con una sonrisa sin molestarle en su lectura. Leo está dormido en su regazo, mostrando una expresión tan inocente que me provoca ternura. Decido irme a mi habitación para no molestarles y comienzo a cambiarme de ropa.

Me quito las botas y desabrocho mi falda, la cual dejo que resbale por mis piernas, sintiendo la tela como un susurro rápido. Me detengo enfrente del espejo grande del armario y con manos temblorosas me quito la camiseta. Me giro lentamente en un arco y contemplo por encima del hombro mis cicatrices. Feas líneas desordenadas que se entrecruzan y se ramifican desde los hombros hasta la cadera. Me toco una de las que están cerca de mi hombro y tengo la sensación de escuchar los gritos de mi hermano a lo lejos.