- ¡Ya estoy acá Arianna!
Ann entró a la casa y gritó avisando a su hermana de que ya había llegado. Movió la cabeza de un lado a otro para comprobar si su hermana estaba ahí, pero fue en vano ya que ella había salió. Al darse cuenta decidió seguir con su típica rutina.
Dejó su morral sobre el sillón, subía la calefacción ya que estaba helando y subió a su habitación a cambiarse. Debía estar en el trabajo en unos minutos y con el tiempo a tope ya no le daba tiempo para bañarse.
Tampoco es que ella quisiera hacerlo.
Verificó por última vez su ropa, se acomodó el cabello y después de agarrar su morral salió de su casa.
Sinceramente ella no tenía ganas de ir a trabajar, por alguna razón su cuerpo se sentía cansado, tampoco tenía necesidad de trabajar, ya que ella y su hermana cobraban la pensión que les habían dejado sus padres. Pero el simple hecho de quedarse toda la tarde en casa le parecía aburrido, además conocería más gente y tendría ingresos extras para cualquier necesidad.
El camino a la avenida fue corto, por lo que sus pies no se sentían tan cansados. Ann iba confiada en encontrarse a alguien conocido que se ofrezca a llevarla en su bicicleta o triciclo ya que pocas eran las personas en ese lugar que tenían motocicletas y autos.
Dio un largo suspiro.
No había ni un alma por ahí. Debe ser por el frío, pensó, supongo que en el restaurante no habrá mucha gente.
No le quedó de otra que ponerse en marcha usando sus preciados pies. La acera estaba algo resbalosa y con muchas hojas de árboles que dejó en otoño. Se prometió a sí misma de convencer a su hermana para regresar al lugar y así poder barrerlo, claro que sería tarea difícil.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un fuerte sonido de pasos. Un ladrón, pensó. Con algo de tranquilidad actuada y sosteniendo fuertemente su morral apresuró sus pasos.
- Hey, no corras. No te haré nada.
Esa voz le sonó vaga, era de un viejo compañero suyo, giró su cabeza para poder reconocerlo mejor. Park Jimin, el pelinaranja que siempre coqueteaba en clase.
- ¿Necesitas algo? - preguntó algo más aliviada.
El ladeó la cabeza de un lado a otro.
- Solo empleo, quería preguntarte si en Tania's tenían algún puesto para mí.
Era normal que un chico como Park necesitará empleo para comprarle obsequios a la mayoría de sus conquistas. Así que dándole una sonrisa le respondió.
- Creo que necesitamos un camarero, preguntaré bien y te avisaré.
El chico le devolvió la sonrisa y asintió con la cabeza. La despidió y giró por el camino opuesto al de ella.
- Aunque él mismo pudo haber ido a preguntar. - Se cuestionó en voz baja.
Volvió a lo suyo, pensar en convencer a Arianna, pensar en que estudiar al salir de la prepa, pensar a donde mudarse, pensar en porque hay un ruido insoportable de motor que no la deja pensar.
Levantó la mirada algo ofuscada y al hacerlo se percató de un chico que intentaba encender su moto. Se detuvo un rato a observar al chico mientras este hacía un corto pero gracioso berrinche. Pateó su motocicleta dos veces y lanzó su casco unas dos veces. A la tercera pateada el ruido del motor se hizo presente y el chico inmediatamente recogió su casco y se subió a la moto.