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- Eh, bueno, yo quería disculparme y... Agg, esto no funciona, no lo haré. - dijo y se abalanzó sobre su cama. - Pero lo prometí ¡Maldita sea!

Eran aproximadamente treinta los minutos que pasaron desde que salió del centro de estudios y tres las horas que pasaron mientras Yoongi ensayaba el discurso que diría para hacer que Ann lo disculpara. Él sabía perfectamente que la chica no era alguien rencorosa, pero ¿Hasta dónde podía llegar? Lo que él había hecho no tenía perdón. Pero tenía que hacerlo, le dolía ver a Ann ignorándolo en Hugger por una semana, aunque el mismo se lo había pedido.

- Sabes, simplemente dile lo que te nazca.

Yoongi se sobresaltó al ver a Soora entrando a su habitación, ambos vivían juntos desde hace mucho tiempo. Ella soportaba a Yoongi. Y aun mejor, a él le agradaba ella.

- No soy bueno en estas cosas. - dijo él con seriedad, Soora lo miraba con diversión.

- Ella es buena chica, te entenderá solo si tú le dices "todas" las razones. -hizo énfasis en la palabra. Yoongi negó con la cabeza.

- No puedo hacerlo, ella no se acercará a mi ¿Cómo esperas que se lo diga así de frente?

Soora soltó un suspiro y empezó a imaginar todas las posibles formas de decirle a Ann la verdad, pero ninguna le agradó.

- ¿Y si mejor de en vez de decirle de frente todo, le vas dando indirectas? - Preguntó - Ella captará, las mujeres tenemos ese don. - dijo orgullosa.

A él no le pareció mala idea, sin embargo no estaba del todo convencido. Pero lo intentaría.

- Ya veré.

Soora sonrió ampliamente: - Ojalá, por cierto ¡Tengo noticias para ti!

***

Tania's estaba repleto de clientes, las camareras iban y venían por todo el lugar, entre ellas Ann.

- Señorita, yo le pedí sin champiñones y esto... - el cliente señaló en plato - los tiene y en exceso.

- Lo siento, en seguida le traigo otro. - se disculpó y fue hacia la cocina.

Dejó el plato sobre un estante y se dejó caer al suelo. Ella estaba muy cansada, estresada y colmada de problemas.

- ¿Qué pasa Ann? ¿Problemas?

Eunbi, la chef del lugar entró a ver que le pasaba a la menor de las meseras. Ella era como la mejor amiga de Ann, y la diferencia de edad no les impedía pensar igual. Eunbi podía tener la mente de una chica de 17 años, siendo una mujer de 40. Y eso era bueno.

- Nada de qué preocuparse Eun, solo estoy cansada.

- Te dije que después de lo que te pasó te tomaras una semana de descanso y no hiciste caso. - Le reprendió. - Vamos niña, tómate el día o te despido.

- ¡¿Qué!? - Ann se sobresaltó. - No hay que despedirme, me iré. Keep Calm.

Se retiró el delantal y salió por la puerta trasera no sin antes despedirse de Eunbi.

De repente su caminata se vio interrumpida por un Yoongi esta vez sin motocicleta. Era obvio ya que después de aquel accidente quedó hecha pedazos. No tenía ganas de renegar. Pero era necesario que Yoongi la viera seria, aunque a ella le costaba un poco hacer eso.

- Permiso. - Dijo intentando avanzar pero el chico se negó a dárselo. - ¡Yoongi muévete!

- Debes escuchar. - El tono que había usado era una mezcla de súplica con seriedad. Raro. - Después de esto puedes hacer lo que se te plazca. Escúchame.

Mr. Black • Min Yoongi |PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora