Shampoo

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Hace tiempo, en el continente de Evillious, hubo una serie de grandes calamidades que azotaron el mundo luego de la liberación de los siete pecados capitales. Algunos murieron, otros sufrieron y las consecuencias fueron graves al punto de enloquecer a cualquiera. Las personas que portaban estos peligrosos pecados habían hecho un desastre.

Pero eso sólo fue en aquel entonces...

— ¡Matare a quien se haya acabado el shampoo! —Nemesis, la Ira, salía del cuarto de baño en bata y con el cabello mojado— ¡Riliane! Tú te acabaste el shampoo, ¿Verdad? ¡Te volare la cabeza!
La histérica peliverde vio que alguien se acercaba por el rabillo del ojo y, sin pensar si era su acusada o no, lo pateo.
— ¡Cuanta violencia! —Dijo el agredido antes de caer al suelo por el dolor.
Aquel hombre de cabellos largos y violetas, tenía el rostro de un Dios griego, él era la Lujuria, sin embargo, Nemesis no se mostró interesada en eso.
— ¡Sateriasis, tonto! ¡¿Cómo te atreves a meterte en mi camino cuando busco a la próxima muerta?!
— ¡¿Tenías que golpearme?!
— ¡Ya sé lo que pasa aquí! ¿Dónde está, dónde la tienes?
— ¡¿A quién?! Yo sólo pasaba por aquí
— ¡A ella!
— ¡¿A cuál de todas las mujeres que viven aquí te refieres, loca?! ¿Y por que estás en bata? No es que no me guste, pero...
— ¡Riliane, idiota, Riliane! Estas conspirando con ella para que no tenga shampoo, ¿Verdad? Confiesa y te tendré piedad—Nemesis mostró un arma.
— ¿El Shampoo? ¡Ah! Yo...
Antes de que terminara de hablar, una adolescente rubia de ojos azules y cuerpo delgado que llevaba un extravagante vestido de tonos amarillos y naranjas salió de un cuarto de puerta dorada. Los vio y sonrió.
— Buen día, simples mortales— La portadora de la Soberbia, Riliane, se encamino a la cocina sin darles mucha importancia a ellos. Nemesis fue más rápida y se interpuso en su camino, apuntándole.
— ¡Mocosa! Te acabaste el shampoo y ni siquiera lo compraste tú
— ¡Aleja tú porquería de mí, insolente! —Riliane aparto el objeto asesino y levanto la barbilla. — ¿Qué te hace pensar que usaría el mismo shampoo que ustedes? Yo tengo el mío.
Sudou bajo la pistola
— Entonces, ¿Quién fue?
— Emm...chicas, yo...— Nadie dejaba hablar a Sateriasis.
— No lo sé, tal vez haya sido tu papi adorado
— ¡Hey! — Nemesis frunció el ceño por lo dicho.
— Oigan...
— Yo lo único que quiero es ir a la cocina y comer lo que quedo del flan de ayer antes de que la tragona se lo acabe.
— Creo que debemos ir al super por shampoo...Y muy probablemente por más despensa.—La rubia sólo asintió.
— Este...
— Aun así, cuando descubra quien se acabo el shampoo...— Hizo señas de ahorcar algo.
Sateriasis cerro la boca.
— Bueno, iré a vestirme entonces. —Nemesis giró sobre sus talones y se adentró en una habitación de puerta verde, pero el grito de la rubia hizo que saliera.
— ¡Sate entro antes que tú, él se acabo el shampoo!
— ¡Riliane! — El de cabellos largos reprocho la "chismosidad" de la adolescente.
— ¡Te llenare de plomo, Venomania!
Nemesis ya se hallaba vestida y lista para atacar, Sate sólo pudo correr sintiendo cerca la muerte.
Mientras que en la cocina Riliane descubría que su flan ya había sido digerido por Banica Conhita, la Gula.
Una persecución y una pelea por el difunto flan sacudieron el hogar

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:v .... :'v Si, lo sé, ¿Qué diablos es esto? ¡Ni yo lo se! Sólo se me ocurrió, como ya dije, en la clase de física. Como es un fanfic de humor, muchas cosas tal vez no tengan mucha lógica.

La Muy Común Vida De Los PecadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora