¡Vaya! Actualizando en Jueves, eso es nuevo (??? ewe
Me voy a morir weyes :'v
----
Al día siguiente...
Eran las seis en punto de la mañana y todos los pecadores, incluido el murciélago gordo, seguían dormidos. Bueno, tal vez no todos. Cierta mujer, de cabellera castaña carmesí, junto a un hombre de cabello azul, habían madrugado para llevar a acabo los malévolos planes de la pecadora de la gula.
Mientras que en el cuarto de entrada dorada, en donde dormían Kayo, Allen y Riliane, un gato rojizo había desaparecido de su lugar.
— Conchita-sama, no creo que esto sea buena idea —Dijo Carlitos con Irina en brazos, esta aun dormía.
— Silencio, nadie lo notará —Banica bajaba lentamente las escaleras para no llamar la atención de la dueña del animal.
— ¡Pero...pero la señorita Riliane lo notará enseguida!
— Para entonces ya estaré digiriendo a ese gato.
Sin nada más que agregar, Carlitos y Conchita bajaron hasta la cocina en donde sacaron la tabla de cortar junto con algunas especias y verduras.
— ¿Cuál es la mejor forma de cocinar un gato? —Se pregunto la gula en voz baja.
¡Es que había tantas maneras! Desde asado, frito, hasta bañado en su jugo.
— ¡Carlos, opciones!
Por su parte, el Marlon miraba a Irina. No iba a ser la primera comida extraña (Y hasta asquerosa) que le hacía a Conchita, pero no era lo mismo asar un par de cubiertos que asar un gato que encima tenía dueño.
Pero su único deber era seguir las ordenes de Conchita al fin y al cabo. Más tarde podía disculparse con la rubia, ¿no?
— Me parece que debemos rellenarlo con verduras al vapor, echar un poco de sal y pimienta, y dejar que se haga en el horno. De esa manera se conservara el jugo. —Dejo a Irina en la tabla de cortar.
—...Me gusta la idea, ciertamente. Hay que hacerlo. —Afirmo mientras asentía con la cabeza y sonreía.
— Bien. Lo primero que hay que hacer —Dijo Carlos — Es matarlo.
Levantó el cuchillo.
En el momento en el que Carlos alzó el objeto asesino, a Banica le llegó una gran idea.
— Voy a ir poniendo las verduras —Camino hasta los utensilios y de allí sacó una olla grande.
Carlos bajó el arma.
— ¿Está segura, Conchita-sama? Puedo hacerlo por usted.
Conchita negó y prendió la estufa. Marlon detuvo sus acciones de asesinar al gato para observar los movimientos de la que alguna vez lo devoró.
Banica abrió la nevera para sacar unas cuantas verduras, entre ellas, zanahorias, coles, cebollas, brocolis, etc. Usando otra tabla y otro cuchillo, Conchita cortó los ingredientes.
Mal, pero lo hizo. Algunas rodajas estaban más gruesas que otras y unas cayeron al piso. Era la primera vez que Banica hacía algo así, por lo que Marlon no se detuvo a corregirla y siguió en lo suyo. Pero recordó algo.
— Conchita-sama, perdóneme, pero debo ir a lavarme las manos, regresare pronto.
Sin esperar respuesta, se fue.
ESTÁS LEYENDO
La Muy Común Vida De Los Pecadores
FanficHace tiempo, en el continente de Evillious, hubo una serie de grandes calamidades que azotaron el mundo luego de la liberación de los Siete Pecados Capitales. Algunos murieron, otros sufrieron y las consecuencias fueron graves al punto de enloquecer...