La Muy Común Vida De Los Pecadores

La presunta muerte de Margarita y el lado avaricioso de Michelle

— A ver, todos pongan atención —Exigía Gallerian— Denme su dinero

— ¡¿Por qué tenemos que darte nuestro dinero, plasta azul?! —Grito Kayo, abrazando su dinero— ¡Necesito comprar más tela!

— ¡No hay necesidad de gastar tanto! ¡Debemos ahorrar! Michelle, hijita, dame tu dinero para manejarlo yo, ¿Si?

Michelle miro la cara de Gally y luego a su dinero, volvió a mirar a Gally, volvió a mirar su dinero

— No

Gallerian casi se infarta cuando su hija le dio la espalda

— ¡Jajajaja! —Rio Kayo— ¡Te abandona tu retoño! —Miro a Michelle— Deja al tacaño azulado y acompáñame por un carrito

— ¡Si!

— ...¿Dónde está Margarita? —Preguntó Kayo, ignorando el aura deprimente al rededor de Gallerian.— ¡Margarita!

Cierto, sólo la vieron cuando la bajaron de techo hasta cuando la asignaron con ellos. No había rastro de Margarita.

— ¿Dónde está? —Se preguntó Kayo— Marlon, ¿No la viste?

El juez negó con la cabeza

Así inicio una búsqueda por Margarita Blakenheim...Que no duro más de diez segundos

— ¡Ahhhhh! —Los pecadores voltearon ante semejante grito que dio su debut en la entrada del super —¡Ayúdenme!

Queriendo saber el chisme, dejaron a un lado su búsqueda y caminaron a la entrada, dónde vieron a una mujer llorando con la cara roja de la desesperación

— ¡La mate! ¡La mate! —Gritaba la mujer— ¡Juro que fue un accidente, lo juro!

Gallerian vio su oportunidad

— Michelle —La aludida lo miro con temor— Olvidaré lo del dinero si e escuchas, ¿Bien, hija?

A Michelle se le iluminaron los ojos de ranita cuando le dijo eso

— ¡Está bien!

Gally sonrió al saber que era hora de enseñarle a su bebé del negocio familiar

— Mira y aprende...— El juez camino a la mujer y le toco el hombro para llamar su atención— Mucho gusto, no he podido evitar nota que usted dice hacer matado a alguien

— ¡Fue un accidente! ¡No quería matarla! La golpee con el hombro y cayó al piso —Se excuso negando con la cabeza

— Me presento ante usted como el mejor juez del país y puedo ayudarla por un costo increíble —Dijo sonriendo

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— ...No sé —Respondió la mujer dudosa

Un montón de guardias se arremoliaron como abejas a la miel al rededor de la mujery Gallerian

— Bueno, en ese caso, acaba de convertirse en una homicida rebelde de la ley, peligrosa y psicótica, ¿Olvidé decir homicida?

La presunta asesina se puso pálida al escuchar hablar al peliazul

— ¡Le pagaré lo que sea!

— Ese idiota... —Susurro Kayo, irritada— Debemos seguir buscando a Margarita

— Y digame señora, ¿Quién fue la victima? —Interrogo mientras se guardaba el sobor...Pago en el bolsillo

La mujer, asustada y temblorosa, apuntó al suelo en dónde yacía una chica de cabello largo, aquamarina y amarrado en dos coletas