La Muy Común Vida De Los Pecadores

El nombre de Irina y una Kayo feliz

No es de risa este cap ;-; 

Bueno, tal vez el inicio sí :v pero lo demás no ;w; siempre me hace llorar la historia de Kayo TTwTT 

----

Sickle no podía creer lo que estaba pasando.

Irina...

Irina Clockworker...

En la casa...

En la casa de todos...

¡Tenía a la gata diabólica poseedora de cuerpos en la casa!

No podía estar pasando, ¿El mundo le tenía tanto desagrado? Ahora no podía bajar la guardia debía estar al pendiente por si Irina intentaba poseer a alguno de sus inquilinos y hacer destrozos por todas partes. 

Definitivamente, tenía que ver la manera de deshacerse de la gata pulgoso.

Mientras esto pasaba por la mente del murciélago gordo, todos ponían su atención en dicha minina.

  — ¿Cómo le vas a poner?  —Preguntó Allen a su rubia hermana.

  La pregunta le tomo por sorpresa a la pequeña oxigenada. Jamás había tenido un gato, empero, pensó en el nombre perfecto para un gato rojizo como lo era la suya. Abrió la boca para contestar, pero alguien se adelantó. 

  — ¡Oh, oh! ¡Hay que ponerle Firulais! —Margarita alzaba su mano con estrellitas en los ojos. —, siempre quise un perro que se llamara Firulais.

Nemesis, que estaba sentada en uno de los sillones de la sala, rodó los ojos.

— Margarita, ¿Tú ves que el animal que tiene la golum oxigenada sea un perro? —Se levanto del sillón y camino hasta Irina y la princesa. Tomo al gato, quien se quejo por el agarre al igual que Riliane.

  — ¡Oye!  —Se quejó la adolescente con el ceño fruncido.

  — Es obvio que a este gato debemos ponerle...¡LAIKA! 

 — ¡Laika también es nombre de perro! —Apuntó Gallerian 

  —  ¿Ah, sí? 

  —  ¡Silencio! —Grito la rubia, arrebatando a la gata del agarre de la Sudou peliverde— ¡Yo ya tengo el nombre ideal para ella! 

Todos guardaron silencio, aguardando a que pronunciara el nombre elegido.

  —  ¡Se va a llamar Bicha!   

El silencio continuo...¿Qué demonios era Bicha???

  — Parece nombre de Loro  —Dijo Banica

   — No, suena a bicho —Opino Sate

¿Había escuchado bien? ¡No, no! Ella no tenía un nombre tan ridículo como ese, ¡¡¿Quién se creía esa mocosa para cambiarle el nombre?!! ¡Ella era la fantástica Irina Clockworker! 

En esos momentos detestaba ser un gato...

Banica miro a "Bicha", esta se removía de los brazos de Riliane, sonrió.

¿A qué sabría el gato asado? Mejor aún, ¿A qué sabía el gato frito y relleno? Oh, sí. En cualquier momento se iba a tragar a esa gata.

Ya en la noche, todos subieron a sus respectivas habitaciones. Pero...

  — ¡No!  —Kayo abrazaba a Allen como si su vida dependiera del marañas de elote— ¡El niño se va a dormir en mi habitación! 

Riliane tenía la venita en su frente. La sastre, antes de entrar a su cuarto, se había secuestrado a Avadonia y ahora estaban en el problema de que Kayo quería que Allen durmiera con ella, argumentando que "No le vaya a pasar algo al niño, ¡¿Y sí se quema la casa?! ¡El niño!" 

Sinceramente, la rubia veía desesperación en la mirada azul de la pelirosada y considero el dejar que su hermano durmiese con ella, sin embargo, luego de tanto tiempo, ella quería tener a su gemelo y preguntarle tantas cosas. 

 — ¡Vamos, tía Kayo! La casa no se va a quemar, ¡Dámelo! —Dejo a "Bicha" en el suelo y comenzó a jalar del brazo del rubio— ¡Allen, dile algo! 

El rubiecito no alcanzaba a entender la situación, es decir, había conocido a la señora Sudou ese día y ahora lo tenía retenido entre sus brazos.

  — Amm...Señora Sudou, le aseguro que no va a sucederme nada—Pese a esto, la aludida no aflojaba el agarre— ¡Se lo prometo! —Exclamo en un intento en calmarla y que lo dejase ir.

Pero no funciono. 

Kayo tenía miedo. Tenía miedo de que algo le pasase a Allen, tenía temor de que la casa se incendiase y se llevara al rubiales de su cobijo.

No, no tenía miedo, tenía horror.

Al ver así a la Sudou, Riliane suspiro, ¿Qué se le hace? Rayos. Quería estar con Allen un buen rato, pero no quería dejar con el pendiente a Kayo. Sólo había una solución.

  — Está bien, tía, está bien. Allen dormirá contigo  —La de ojos azules miro a Riliane con una sonrisa— ¡Pero! La única condición que pongo es que sea en mi habitación.

  — ¿Eh? —Balbuceo Kayo

  — ¡Tu cuarto es horrible! ¡No voy a descansar sabiendo que me voy a picar con las agujas! 

De inmediato asintió al saber que era cierto. Tal vez debería dejar de usar todos sus muebles y alfombras como alfileteros.

Riliane llevo a Allen a su cuarto, mientras Kayo iba por una almohada más. 

—  ¿Por qué la Señora Sudou reacciona así? —Preguntó Allen

La rubia se encogió de hombros.

  — Nunca he querido preguntar —Dijo al final

  — ¿Por qué?

  — Me basta con saber que la perezosa se suicido para hacerme una idea, digo, debió tener algún motivo, ¿no? Presiento que no todos aquí la pasaron bien, por eso no pregunto nada 

Avadonia abrió ligeramente más los ojos, era...lo más maduro que le había escuchado a su gemela. Él tampoco iba a preguntar, la sastre debía tener sus motivos para abrazarlo de esa manera.

La puerta fue abierta y en el marco apareció Kayo con almohada en mano. 

  — Bueno, a dormir —Sentenció Riliane mientras se acomodaba entre las cobijas

Seguido de ella, Allen también se tumbó junto a la ex gobernante y se tapo. La pelirosada, luego de unos segundos, imito la acción, pero no se sentía cómoda así.

  — ¿Puedo pasarme en medio? —Miro a ambos hermanos, esperando una respuesta.

Riliane asintió ya un poco somnolienta. Kayo se acomodo en medio de ambos y vio como cerraban los ojos para descansar.

Pasaron veinte minutos en los que la pelirosada no conseguía dormir, no tenía sueño. Miro a los rubios por unos segundos para luego pasar sus brazos por las espaldas de ambos, abrazadolos. 

Sonrió al instante. Ahora se sentía mejor, tal vez lo que necesitaba era eso. Y con Bicha al final de la cama, se durmió.

Mientras tanto, Sateriasis, que había observado la escena en el pasillo suspiro.

  — Vaya...  —Dijo para irse a dormir. 

-----

Ya uwur 

Esto más bien fue para dar pie a lo que tengo pensado y aparte para darle la pizca sad al fic :'v