18.

7.9K 1K 150
                                    

JungKook estaba enfrente del parque más cercano a casa y las gotas de lluvia golpeaban fuertemente su cuerpo haciendo que picaran al tocarlo. Las lágrimas se confundían con el agua que yacía en su cara y su llanto era callado por el viento.

Eran aproximadamente las 2:20 am y extrañaba profundamente a Taehyung.

Corrió hacia un café que estaba por ahí y, como estaba cerrado, se escondió debajo del techo, sacó su teléfono y lo llamó al instante.

-¿Kook? -su voz sonaba adormilada, lo había despertado.

-P-Perdón por d-despertarte pero... -su llanto era un poco exagerado y no lograba controlar su respiración, sintiéndose idiota.

-¿Estás llorando, bebé? -el azabache sonrió y emitió un ligero "Si"- ¿Dónde estás?

-E-en la cafetería cercana al p-parque... -habló con dificultad.

El pobre muchacho escuchó como colgaba el teléfono. ¿Lo había dejado sólo?
Abrazó su cuerpo y se deslizó por la reja que resguardaba el local hasta el piso, rompiendo en llanto.

Luego de unos minutos así, el pequeño chico sintió unos brazos rodearlo, dándole calor.

-Ya estoy aquí, bebé. No tienes de que  preocuparte, ¿Si? -susurró Taehyung en su oído mientras besaba su frente.- Vamos a mi casa. -dijó y, como pudo, Jungkook se levantó y empezaron a correr bajo la lluvia en dirección a la casa del mayor.

°°°

-¿Por qué estabas allá afuera, Jungkook? ¡Pudo pasarte algo! -los brazos del castaño rodearon el cuerpo del menor de manera cálida y protectora.

-M-mi madre volvió a p-pegarme por ser un i-inútil. -lloraba como un niño. De verdad estaba roto y no quería.

-¿Tu madre te golpea? -preguntó el castaño. Jungkook sólo pudo asentir debido a su llanto, que vergüenza...

Estuvieron abrazados por varios minutos hasta que lograron verse de frente.  Esos ojos color canela, ese cabello revuelto y ese semblante dulce, real y tierno estaban frente al menor en todo su esplendor. Oh, dios, demasiada belleza.

Lentamente, Taehyung se fue acercando a Jungkook de forma lenta y tranquila  pues no quería asustarle, posó una mano en la mejilla del azabache y, sin más, sus labios se juntaron un un beso tierno, dulce y lento.  Perfecto a palabras de ellos.

Sólo... Perfecto.

Pain. » VKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora