51K ESPECIAL

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—¿Kookie? —El mayor entró a casa, percibiendo el olor de un buen dulce que venía de la cocina.

Tan solo entró, se encontró con un Jungkook vestido en pijama mientras derretía chocolate en la estufa.

Había pasado un año y medio desde aquel incidente y ambos ya estaban establecidos como Dios mandaba.
Jungkook ahora era psiquiatra a pesar de sus condiciones y Taehyung era profesor de música y artes en una universidad cercana.

—Hola, bebé. —Saludó el menor volteandose un poco.  Taehyung lo abrazó por detrás y plantó un beso en su hombro derecho.

—¿Qué haces?

—Derritiendo chocolate. Me dio antojo~ —Dijo el menor.

Taehyung sonrió y lo soltó para poder ir a su curto compartido a quitarse el traje que llevaba puesto para intercambiarlo por una cómoda pijama y volver a bajar con su novio.

La verdad era que Taehyung tenía otros planes pues pretendía pedirle al otro que se casase con el en el parque que estaba cerca de la universidad en la que trabaja pero, al parecer, el clima no parecía estar de su lado.

Bajó y vio al menor sentado en el sofá de la casa con una taza de chocolate caliente y una para el mayor, cruzando las piernas en indio mientras veía la televisión.

—Te dejé una taza. —Sonrió el otro y se acomodó para dejarle más espacio al otro.

—Gracias, bebé. —El mayor se sentó justo al lado, donde había escondido la cajita con el anillo bajo el cojín.

Ambos empezaron a ver una película de romance y comedia de los más entretenida hasta que escucharon como unos truenos sonaban y comí los relámpagos se veían a través de las ventanas en el ya oscuro cielo.

—Solo espero que no se vaya la... —Y la luz se fue.— Pefecto. —Gruñó Taehyung.

—Oh, vamos, bebé. —El menor puso como pudo la taza en la mesa central y se acomodó de manera de que viese al otro a la cara.—Jugemos a algo, ¿Si?

—Bien. ¿Preguntas y respuestas?

—Bien. Empiezas tu.

Taehyung se quedó pensando hasta que por fin habló.

El resto de la noche no hubo luz, por lo que se quedaron hablando y jugando hasta que se les acabó la imaginación.

En una d esas, Taehyung pensó que era el momento para preguntarle al menor sobre casarse con el y que la escena, a ojos de cualquiera, era tierna; Jungkook estaba con las piernas al rededor de las del otro mientras hundía su rostro en el cuello del otro.

—¿Kook?

—¿Mhg?

El mayor suspiró y comenzó a hablar.—¿Sabes? Aquel golpe que te di con la pelota valió la pena, ¿No crees?

—Si, valió la pena.—Jungkook sonrió en el cuello del otro.

—Si... Es por eso que te quiero volver a decir que gracias, Kookie. En serio. A pesar de todos los contratiempos que hemos tenido a lo largo de tu de tu vida y ambos a lo largo de la relación hemos logrado estar juntos y permanecer así.—A medida de que iba hablando, iba metiendo la mano por debajo del cojín, sin encontrar la cajita. Jungkook rió y se separó de el dejando los brazos al rededor del cuello del otro.

—Tambiém te amo, TaeTae, y si... Quiero casarme contigo. —Comentó el menor con un gran brillo en sus ojos.

—¿C-Como...—El mayor estaba confundido. ¿Cómo lo sabía? Jungkook deshizo el agarre y le mostró la pequeña cajita en sus manos.

—Eres despistado, bebé.

Jungkook abrió la cajita y le tomó la mano al otro para poder colocarle el anillo dorado a Taehyung, y este último imitó la acción del otro con una sonrisa en el rostro.

No hace falta decir que ambos terminaron haciendo el amor en aquel sofá a quien sabe que hora de la madrugada. Lo bueno es que estaban juntos.

Juntos para siempre.

Pain. » VKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora