Capítulo 15

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Jin y ___ por fin eran felices, lejos de los problemas. Habían decidido viajar a Hawaii para su luna de miel, estarian allí por varias semanas, lejos de los problemas y las preocupaciones. El embarazo de ___ florecía hermosamente sin contar los malos ratos y las náuseas que le causaba el perfume de su amado esposo. Jin, dispuesto a complacer a su querida esposa se deshizo del frasco, aunque le dolía tener que hacerlo. Ambos pasaban un tiempo maravilloso en la hermosa y soleada isla de Hawaii.

•••

Narra Jin

El olor al mar, los rayos del sol que entraban por la ventana de nuestra habitación y los dulces besos de mi amada habían sido mi despertador los pasados dos días. Nunca pensé que era posible llegar a este nivel de felicidad. ___ dormía placenteramente a mi lado, sus anillos brillaban en la luz tenue del sol, lo que trajo una sonrisa a mis labios. Tomé su mano y la besé luego atraje su cuerpo hacia a mi.

-Jin...amor, eres insaciable ¿Cuántas veces más quieres hacer el amor? Pensé que ya te cansarías por lo grande que estoy.- Gruñí y la acosté del otro lado, con su espalda hacia mi y eleve su pierna un poco. Mi miembro se endureció rápidamente y entre en ella con delicadeza y comencé a moverme hasta que ella tomo el comando y movía sus caderas con el ritmo de mis embestidas. Besé su cuello y lo mordí. Esta pequeña mujer me había convertido en toda una bestia, no había un momento en el que no pensaba en hacerle el amor. La recosté de su espalda y me puse sobre ella y entré nuevamente en su feminidad. Comencé a moverme bruscamente hasta que ella se tensó y llegó a su climax. Cuando se relajo, comencé de nuevo.

Esa mañana, habíamos hecho el amor tres veces. Nos fuimos a duchar juntos para luego irnos a desayunar. Me vestí ligeramente en pantalones cortos crema, y una camisa rosada y unas sandalias. ___ se coloco un traje playero rosado y unas sandalias, dejo su cabello suelto y fuimos a desayunar.

...

Estuvimos todo el resto del día bajo el sol. La piel de ___ se había dorado hermosamente. Sin embargo yo, parecía un camarón. Mis mejillas estaban rojos, igual que mi pecho y mis hombros. Estaba cansado, el sol me habia dejado sin energía. Decidimos regresar a nuestra habitación porque ___ tenia un poco de dolor de barriga. Al llegar, me deshice de mi camisa y mis sandalias y me tire en la cama.

-Amor, se te olvido el bloqueador sola- ¡Ahhh!- ___ se agacho en cuclillas, apretando los dientes y tratando de no gemir. Su vestido se cubría lentamente de sangre. Abrazaba su estomago protectivamente. Tomé el teléfono y llamé a la recepción para que trajeran un médico de inmediato. Acosté a ___ en nuestra cama, tratando de calmarla en lo que subia el medico

-Resiste, amor. Ya casi llega el medico.- El médico se tardó una eternidad en llegar, y tuvo el descaro de correrme de la habitación mientras le hacia un chequeo a ___. Me paseé por el pasillo, esperando algunas noticias. Estaba casi seguro de que estaba calvo por lo mucho que me halé el cabello.

Salio de la habitación unos minutos después, lleno de sangre y su cara muy sombria.

-Sr. Kim...lamento decirle que no tengo muy buenas noticias...- Sentí que mi corazón caía a mis pies y que la sangre desaparecía de mi cuerpo.

Dios mio...¿Que estará sucediendo?

La Gordita de Jin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora