Capítulo 8

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Narra ___

-¡Jin suéltame! Te vas a lastimar la espalda.- Jin se echo a reír, me tiró en su cama y luego se sostuvo sobre mi.

-No pesas tanto para que me lastimes la espalda.- Jin saco el cabello de mi rostro y no pude evitar sonrojarme. Se movió para apagar la lámpara en su mesa de noche ya que entraba suficiente luz por la ventana de su cuarto para podernos ver. Me beso tiernamente, acariciando mi mejilla con una dulzura que jamás pensé posible. Despegandose de nuestro beso se deshizo de su camisa, exponiendo su cuerpo para mi. Nuestro labios volvieron a unirse, esta vez con más pasión. Lo abracé por el cuello y lo besé, aunque tuviera poca experiencia. Desenredandose de mis brazos, con mucho cuidado se deshizo de mi camisón. Nunca había expuesto mi cuerpo de esta forma, sentía un poco avergonzada al hacerlo así que cubri mis senos con mis brazos. Jin solo se encargo de besarme para contener mi miedo.

-No te sientas avergonzada de ser tan hermosa, amor mio. Eres la mujer mas hermosa del mundo.- Tragué fuerte y deje que brazos cayeran a mi lado. Jin beso mis senos y comenzó a chupar mis pezones y a darle pequeñas mordidas. Sentía pequeñas cosquillas entre mis piernas y como mi cuerpo se calentaba. Jin terminó de prestarle atención a mis senos y comenzó a correr sus dedos sobre la suave tela de mis braguitas, haciéndome gemir. Sonrió y me besó nuevamente, lentamente se despego y se quito su pantalón y sus calzones, luego me quito mi ropa interior por completo. Ahora ambos estábamos desnudos pero no podía quitar mis ojos del miembro de Jin. Se veía largo y duro, parecía latir con su corazón.

Jin se volvió a recostar sobre mi y corrió sus dedos por mi feminidad, haciéndome suspirar su nombre. Comenzó a masajear mi clitoris y a jugar con mis senos. Sentia que me volvia loca, eran tantas sensaciones desconocidas para mi. Mi feminidad comenzo a latir y las cosquillas lentamente se convirtieron en fuego.

-¡Jin no se que esta ocurriendo!

-Solo cierra los ojos y entrégate a la sensación.- pincho mi clitoris, haciéndome gritar en placer. Mi cuerpo se tensó y trague un golpe de aire hasta que mi cuerpo no pudo más y explotó. Pude ver estrellas detrás de mis parpados y mi cuerpo convulsionaba con la fuerza de mi placer.

Abri los ojos y Jin estaba posicionado sobre mi, su miembro estaba pulsando en mi entrada.

-¿Estas lista?

-Creo que si...

Jin se deslizo dentro de mi lentamente y sentí como algo se desgarraba, el continuo tratando de entrar y finalmente sentí dolor cuando atravesó mi virginidad. Jin apretó los dientes y me observo, sus ojos brillaban con pasión y lujuria.

-Esta es la única vez que te volverá a doler- me beso levemente- eres mía ahora, completamente mía.- Comenzó a moverse dentro de mi lentamente y el dolor fue remplazado por placer. Nuestros cuerpos se deslizaban, cubiertos de sudor. Sus movimientos me volvían loca, su pelvis chocaba deliciosamente con mi clitoris, intensificando mi placer.

Abracé la cintura de Jin con mis piernas y seguí su ritmo con mis caderas, haciéndolo entrar más profundamente en mi. Gemí su nombre cuando comencé a sentir la misma sensación de anterior pero más fuerte, mucho más intensa. Jin se movía más rápido y brusco, mi cuerpo se tensaba como las cuerdas de un piano. Le dio una pequeña palmadita a mi clitoris, que me hizo gritas.

-¡JIN!

-¡___!

Ambos nos dejamos ir, y llegamos a un climax juntos de forma explosiva, era una sensación difícil de explicar y casi demasiado para manejar. Al calmarnos nuevamente, Jin me besó apasionadamente y s deslizó lentamente fuera de mi, me abrazó y juntos encontramos el sueño.

La Gordita de Jin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora