Capítulo 3

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Su departamento era minúsculo. Una recámara con un bañito con sólo una ducha y un lavabo. Más bien cochambroso. Trató de poner orden y movió dos o tres cosas de un lado a otro.

-Perdona el desorden -dijo-. No pensé que fuera a venir una invitada esta noche.

Mientras le contestaba que no había problema, sacó una cobija de un ropero.

-Ahora tienes que dormir. Puedes acostarte en el sofá.

Y me miró.

Fue entonces cuando empecé a sentir miedo. De repente me pareció que tenía una cara extraña, sus ojos hundidos y ojerosos, sus mejillas chupadas y su aire ausente. ¿Y si me hubiera topado con un maniático?

Ya había leído en el periódico historias de orates que hubieran podido atracarme. ¿Por qué lo había corrido el dueño del café? Había dicho: "después del último incidente". ¿De qué incidente hablaría? Debí haber desconfiado. Tenía un nudo en la garganta, y en mi interior se instalaba el pánico. Mi corazón empezó a latir un poco más rápido. Quería irme pero no me atrevía, no fuera a ser qué se alterara. Pensé: ''Que no te gane el miedo, huiras cuándo esté dormido''.

Me acosté donde me indicó, encima de un sofá amarillo y sucio, pero me quedé con la chamarra y las botas puestas. Me Tapé con la cobija y me aferré a mi mochila, que no había soleado ni un momento.

Cuándo lo vi dirigirse hacia la puerta arrastrando los pies y correr el cerrojo, en verdad me asusté. Dije entre dientes:

-Por favor, ¿Podrías dejar abierto? Es que no soporto estar encerada...

Quitó su mano del cerrojo y volteó a verme.

Perdóname, Harry. Realmente pensé que tenias malas intenciones. No podía adivinar que el único al que podías hacer sufrir era a ti mismo. ¿Me entiendes?, tenía miedo.

Dejó la puerta entreabierta.

Un pacto con el diablo |Harry y ___(TN)| (TERMINADA) (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora