Han pasado 3 días y la gema no da señal de poseer algún poder. Sabrina no me ha dirigido la palabra desde aquel día en el que Javier se llevó su merecido, claro, ella salió corriendo para ayudar al chico y me dejó solo en ese momento. Tal vez estuvo mal de mi parte, no debí haberlo golpeado, solo fueron un par de insultos, debí ignorarlo.
Estos últimos días he decidido experimentar con la piedra en el patio trasero de mi casa. No hay señales de poder alguno.
Me pregunto qué pasaría si la piedra titilara en estos momentos... No se cómo utilizarla, quedaría como un completo idiota.
Me dirijo al trabajo, no sé qué pasa por la mente de Sabrina, esto me tiene con intriga. Ha estado de malas estos últimos días, no sé por qué no he sido despedido, me lo merecía.
Hola, ¿cómo estás? -Me dirijo hacia Sabrina sin recibir un saludo de vuelta, solo la hermosa mirada de odio que me envía.
Este lado de Sabrina me encanta, solo necesito que me hable, aunque sea un comentario sarcástico o malhumorado de su parte. Nunca había estado tan mal conmigo...
Hoy me toca supervisarte de nuevo, Andrés te ha salvado, pero, por mi parte estarías despedido - dice Sabrina dirigiéndose a mi sin darme una mirada.
Andrés es nuestro jefe, tiene 26 años de edad, no es nada amargado y lo más importante es que es mi amigo, por eso me ayuda con el trabajo. Cuando entré como aprendiz fue Andrés quien me enseñó cómo debía ser este trabajo...
Me preocupo mucho por Sabrina, tanto que hasta siento que me atrae, algo que no pensaba hace pocos días.
Esta tarde he dado 4 paseos turísticos, casi todos los días es igual, hay días en los que solo doy 3 o 2 paseos. Pienso que mi vida como guía turístico es muy divertida, amo este trabajo. Cada día esta cascada se hace más hermosa, nunca me cansaría de verla, al igual que nunca me aburriría de dar paseos turísticos aquí, en el Salto Ángel. Este lugar es hermoso.
¿Qué tal tu día en el trabajo? -Pregunta mi madre mientras entro a la casa.
Muy bien, aunque Sabrina no me haya hablado, solo para ser una gruñona -Respondo sin ánimos.
A ver, siéntate -Dice mi mamá señalando al comedor.
Me siento en una de las dos sillas que ocupa nuestro comedor y ella se sienta en la otra silla mientras me mira a los ojos.
A ver... Ignacio, te he notado un poco terco desde que te has peleado con esos chicos en el trabajo. Puedo volver a preguntarte si es por los chicos o por... -No dejo que mi madre termine la frase porque se lo que vendrá.
¿Sabrina? No... -Respondo en un tono de burla mientras me levanto de la silla y me dirijo al patio.
Mi mamá aún no sabe que he desarrollado un poder, piensa que estoy loco por Sabrina pero no es así.
Siempre me pregunta "¿Qué estás haciendo?" cuando me ve tratando de que aparezca un poder en el patio, pero, nunca le respondo. Temo que a mi madre le duela que quiera seguir jugando con la gema, pero, estoy decidido, quiero seguir con esto.
Mi madre se sienta en las sillas del patio a observarme, creo que le divierto un poco, tal vez pensara que me estoy volviendo un demente.
Si yo mismo pudiera verme también pensaría que me estoy volviendo loco.
Primero empiezo con una clase de Yoga, medito un poco para que el poder crezca dentro de mí. No tengo idea de lo que digo, solo copio fantasías de la Televisión.
Ya se sienten las risitas de mi madre a unos dos metros de distancia.
Abro un ojo y la miro malhumorado.

ESTÁS LEYENDO
El Elemento (PAUSADO)
Science FictionIgnacio es un chico normal, común y corriente como cualquier otro, pero, su vida da un cambio repentino cuando este encuentra una gema con un poder inimaginable, el control del fuego. Antes que todo, Ignacio deberá aprender a utilizar este hermoso o...