Capítulo 5:

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Son las 8:04 pm, aún sigo avergonzado por lo que paso esta tarde, nunca pensé que mi cuerpo y mi ropa se encenderían en llamas... Me siento en el sofá de la sala de estar, enciendo el televisor y pongo el canal Sony, amo este canal.

No pasan unos 5 minutos cuando Elio está en la sala, ha pasado toda la noche fastidiándome, apenas nos conocimos hoy y ha agarrado una confianza tremenda conmigo.

Hola, que tal chico nudista. -Dice Elio.

Ya cállate, por favor. -Respondo.

Jajá, ¿tú y cuantos más me callaran? -Responde Elio.

No respondo y sigo viendo la televisión, están pasando una comedia llamada ''Melissa & Joey'', es muy divertida. Cuando termina el episodio me voy al cuarto ya que el sueño no deja que abra mis ojos.

Hey, ¿A dónde vas? -Pregunta Elio, el acento italiano me causa risa y volteo.

A dormir. -Respondo.

Oh... Vai con dio... -No entiendo lo que dice Elio pero tampoco me interesa saberlo.

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Me despierto luego de tener la misma pesadilla donde Barac atraviesa mí estomago con una daga. Son las 4:38 am, solo faltan unos 22 minutos para que mi alarma para ir al trabajo suene, de todas formas la alarma me despierta 1 hora antes de empezar a trabajar. Me levanto de la cama y veo que Elio no está en su cama.

Voy al baño y cepillo mis dientes, pienso en ducharme pero me interesa saber que estará haciendo Elio así que salgo a la cocina, no está. Voy a la sala, tampoco está ahí. Me asomo por la puerta corrediza que va desde la sala de estar al patio, y lo veo sentado en la grama con los ojos cerrados. Me acerco a un metro de donde está sentado pero una ráfaga de viento me empuja por la derecha y salgo volando hasta caer al duro suelo de cemento.

¿Qué estás haciendo? -Pregunto enfadado mientras me levanto.

Elio no responde.

La mañana es fría y Elio está enviándome brisas más congelantes, no sé cuál es su problema. De pronto otra ráfaga de viento llega por mi izquierda y me lanza a la grama. Veo una sonrisa por el lado izquierdo de la cara de Elio.

¿Cuál es tu problema? -Pregunto enojado.

Elio abre los ojos y el viento congelante se aleja de mí.

¿Perdón? -Responde Elio.

Vamos, no te hagas el tonto, me estabas atacando. -Digo.

Elio trata de ser serio pero no lo logra y luego de unos segundos parte en risas.

JAJAJA, vamos, no te enfadaras por esa pequeña broma... ¿o sí? -Pregunta Elio.

Eres un idiota. -Respondo.

Voy a mi cuarto y me desvisto para darme una ducha, luego de darme una ducha me visto con el uniforme de trabajo -Una franela blanca que, por cierto, me queda un poco ajustada, con el logo de Turismos Ciudad Bolívar, un pantalón deportivo negro y unos zapatos deportivos negros-.

Elio está parado al pie de la puerta.

¿No has dormido nada? -Pregunto.

No, no me acostumbro al horario aun. -Responde.

¿A dónde vas? ¿A trotar o a hacer tus... digamos ''Ejercicios''? -Pregunta Elio.

¿No puedes dejar de ser tan fastidioso por un segundo? No te conozco del todo y me tratas como si fuera tu víctima. -Digo mientras salgo de la habitación.

El Elemento (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora