La pequeña vela se acercó al cuarto del chico de ojos azules, parecía un poco emocionado, debido a que hace mucho que no conocía a alguien nuevo, claro a excepción de Donny. Llego a la puerta y toco con entusiasmo, espera unos segundos que se convierten en largos minutos para el hiperactivo chico, pero sigue esperando, al cabo de 5 minutos el chico se desespera y vuelve a tocar, obteniendo la misma respuesta, así que con pesadez finge caminar para hacer el sonido de pasos y se calla, pasan alrededor de 2 minutos y la puerta se abre con lentitud, el chico pelinegro asoma la cabeza y mira en ambas direcciones del pasillo, verificando que ya no hubiera nadie, sin notar que la pequeña vela lo mira con gracia desde el piso.
-¡oye! –grita el de ojos azul cielo, provocando que el otro mirara en su dirección.
Leonardo pestañea confundido, pensando que su mente lo engaña al estar viendo a una vela hablar.
-jajaja pusiste la misma cara que el anterior chico jajaja –se reía la vela.
El ojiazul seguía sin poder creerlo pero su curiosidad fue más fuerte que su asombro por esa criatura así que se agacho a su altura y lo miro más de cerca.
-¿eres de verdad? – la pregunta había sonado menos tonta en su cabeza.
-jeje, claro que soy de verdad
Leonardo otra vez llevado por su curiosidad toco con la punta de su dedo a la vela, provocándole cosquillas al pequeño.
-jaja ¿qué haces? –decía el pequeño sujetando lo que parecía ser su estómago, mientas que el joven lector seguía mirándolo con curiosidad.
-tranquilo yo no muerdo –dijo la vela con una sonrisa muy tierna- soy Mickey ¿y tú eres?
-Leonardo –respondió el otro.
-¡mucho gusto Leo! –dijo mientras le extendía su "mano", el otro la miro y acepto el saludo.
-y...bueno... ¿puedo pasar? –pregunto en un tono infantil.
-oh, sí, lo siento pasa –menciono el pelinegro parándose y abriendo la puerta, dejando pasar a la vela.
Ambos se sentaron en la cama y la vela comenzó a hablar.
-bueno quería decirte que si querías bajar a cenar, ya sabes, no puedes estar sin comer.
-yo...emm, no tengo hambre pero gracias pequeño–mintió
-owww vamos –puso los mejores ojos de cachorro abandonado que aun siendo una vela eran súper efectivos contra Leo.
-emm...vale ¿por qué no?- se maldecía así mismo y a su poca resistencia a esa mirada.
-¡¡si!! Le avisare a el amo y...-fue interrumpido.
-¿a tu amo? –decía con algo de disgusto en su voz.
-sí, ¿Por qué? –pregunto la vela.
-sabes creo que mejor me quedare aquí
-ohh vamooos, acabas de decir que si –dijo algo triste
-si...pero
-¿es por el amo? –cuestiono
-la verdad...si
-oh vamos el amo es bueno, sé que llega a ser algo intimidante pero si lo conocieras bie...
-no gracias, eso no pasara, no quiero verlo ni mucho menos conocerlo –decía seriamente sin saber que estaba siendo escuchado y observado.
Un poco de tristeza se reflejaba en los ojos verdes, mientras miraba el espejo en sus manos.
Continuara....
Aquí está el capítulo 7, enserio perdonen la tardanza, la escuela consume todo mi tiempo, espero y les guste, nos leemos luego. J