Todo había tomado un rumbo nuevo. Me agradaba esta sensación a la que coloquialmente se le llama "felicidad". Si, yo era feliz, y no necesité de nadie para serlo, simplemente me descubrí y seguí adelante. Cosa que hace mucho debí hacer. Luché por mi, por mi integridad, por mi salvación. Deje atrás todo el rencor que existía en mi y empecé, como hace muchos años solía hacer, a vivir.